
La Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación de China reveló por primera vez imágenes de su nuevo dron furtivo GJ-11 en pleno vuelo. El video, publicado con motivo del 76.º aniversario de la fundación de la fuerza aérea, muestra al vehículo aéreo no tripulado despegando y formando parte de una maniobra táctica junto a un caza furtivo J-20 y un avión de guerra electrónica J-16D.
En la grabación se aprecia cómo el GJ-11 opera de manera coordinada con las demás aeronaves, lo que, según analistas militares, indica que ya alcanzó un nivel operativo avanzado. El experto Song Zhongping destacó que la combinación de estos tres modelos es ideal, ya que el J-16D puede interferir radares enemigos mientras el J-20 y el GJ-11 penetran defensas y atacan objetivos clave.
De acuerdo con el especialista, el GJ-11 puede actuar como una extensión de los aviones tripulados, ingresando en zonas de alto riesgo o realizando misiones de reconocimiento armado. También puede servir de apoyo táctico, cubriendo y asistiendo a los cazas durante operaciones conjuntas, lo que amplía significativamente las capacidades de la Fuerza Aérea china.
El dron cuenta con un diseño de ala volante y un fuselaje completamente integrado, lo que le permite reducir su firma ante los radares enemigos. Tiene una longitud de 10 metros, una envergadura de 14 metros y un peso estimado de 10 toneladas. Para el control de vuelo, utiliza superficies integradas en los bordes del ala, al no contar con cola.
Su desarrollo se remonta al proyecto Sharp Sword, iniciado en 2009 por la Corporación Aeronáutica de Shenyang y fabricado por el Grupo Industrial de Aviación Hongdu. El primer prototipo voló en 2013 y su presentación oficial como GJ-11 ocurrió durante el desfile militar del 70.º aniversario de la fundación de la República Popular China, en 2019.
Diseñado para misiones de asalto, control aéreo y supresión de defensas, el GJ-11 simboliza el avance de la industria militar china y su apuesta por tecnologías de sigilo y autonomía aérea. Su aparición marca un paso más en la estrategia de modernización del Ejército Popular de Liberación y consolida a Pekín como una potencia emergente en el ámbito de los drones de combate furtivos.








