
10 de Noviembre del 2025.- Un nuevo y masivo escándalo de corrupción en Ucrania ha sido destapado, esta vez golpeando el sensible sector energético del país. La Oficina Nacional Anticorrupción (NABU) anunció una operación a gran escala para exponer una red de sobornos. Sin embargo, un detalle insólito ha capturado la atención: la queja de uno de los implicados, quien lamentó ante sus socios lo difícil y poco placentero que fue transportar 1.6 millones de dólares en efectivo, una vívida imagen de las enormes sumas de dinero que manejaba la red.
La NABU informó este lunes sobre esta compleja operación, la cual requirió 15 meses de trabajo meticuloso y la acumulación de más de 1.000 horas de grabaciones de audio. En un comunicado oficial, el organismo describió sus hallazgos como la documentación de «una organización criminal de alto nivel». El objetivo principal de esta red era influir en empresas estratégicas del sector público, con un enfoque particular en la compañía estatal de energía atómica, Energoatom, un pilar de la seguridad energética del país.
La agencia anticorrupción reveló extractos de conversaciones entre los sospechosos. En un diálogo entre dos hombres identificados por sus apodos, ‘Rioshik’ y ‘Sugarman’, se discute la logística del dinero ilícito. Sugarman pregunta cómo logró transportar el efectivo, a lo que Rioshik responde que usó una caja con asa, como un «artefacto portátil». Tras entregar parte del dinero, se quejó: «Pero cargar 1.6 […] no es precisamente un placer». Medios locales especulan que ‘Sugarman’ podría ser uno de los empresarios Mijaíl o Alexánder Zukerman.
La investigación de corrupción en Ucrania apunta a figuras muy cercanas al poder. Este lunes se reportó que el empresario Timur Míndich, conocido ampliamente como ‘la billetera’ del presidente Vladímir Zelenski, huyó de Ucrania apenas unas horas antes de que la NABU llegara para registrar su domicilio. Paralelamente, se realizaron allanamientos en la residencia de Guerman Galuschenko, actual ministro de Justicia y ex ministro de Energía, así como en las oficinas de la propia Energoatom, indicando la profundidad de la investigación.
El Mecanismo de Soborno en Energoatom
Según los detalles revelados por la investigación, la trama de corrupción ucraniana operaba con un método de extorsión sistemático. Los contratistas que deseaban trabajar con Energoatom eran presuntamente obligados a pagar comisiones ilegales, o «mordidas», que oscilaban entre el 10 % y el 15 % del valor total de cada contrato. Si los proveedores se negaban a pagar, enfrentaban amenazas directas, como el bloqueo de los pagos por servicios ya realizados o la pérdida definitiva de su condición de proveedor de la compañía estatal.








