
7 de noviembre de 2025.– La reciente botadura del submarino nuclear ruso Jabárovsk ha generado una ola de preocupación en el Reino Unido y en la comunidad internacional. Este nuevo navío, capaz de portar el sistema submarino Poseidón con propulsión nuclear, fue presentado oficialmente el pasado sábado por el Ministerio de Defensa ruso. Su potencia y capacidad tecnológica, descritas por medios británicos como “una amenaza sin precedentes”, reavivan los temores de una nueva carrera armamentista entre potencias.
El medio Daily News afirmó que el Jabárovsk representa un “mensaje directo” para Londres, mientras que el Daily Mail llegó a calificarlo como un posible “arma del fin del mundo”. Este sistema Poseidón podría, según estimaciones de expertos, generar “olas radiactivas gigantes” capaces de causar daños masivos. Las reacciones internacionales no se hicieron esperar, con analistas que advierten sobre los riesgos de escalar la tensión nuclear en un contexto global ya delicado.
El poder del Poseidón y la seguridad marítima de Rusia
Durante la ceremonia de presentación, el ministro de Defensa ruso, Andréi Beloúsov, destacó que el submarino nuclear Jabárovsk reforzará la seguridad marítima de Rusia, al incorporar “armas submarinas y medios robóticos de combate” para proteger las fronteras oceánicas del país. Por su parte, el presidente Vladímir Putin aseguró que el desarrollo de este submarino demuestra la capacidad tecnológica rusa sin intención de amenaza.
Putin recalcó que el sistema Poseidón fue probado con éxito, incluyendo el lanzamiento desde una nave nodriza y la activación de su reactor nuclear. Según el mandatario, esta tecnología garantiza la soberanía defensiva del país, pero insistió en que “Rusia no amenaza a nadie, simplemente desarrolla su potencial como hacen otras potencias nucleares”.
Reacciones internacionales y escalada nuclear
Pese a las declaraciones del Kremlin, la noticia provocó alarma en Occidente. Expertos como Jeffrey Lewis, del Instituto Middlebury, calificaron el submarino nuclear Jabárovsk como “francamente aterrador”, comparándolo con un arma termonuclear de un megatón de poder destructivo. Su capacidad para operar a grandes profundidades y desde ubicaciones impredecibles aumenta la preocupación por el equilibrio estratégico global.
En respuesta, el presidente estadounidense Donald Trump ordenó reanudar pruebas nucleares en EE.UU. por primera vez en 33 años, alegando la necesidad de mantenerse al nivel de otras potencias. Este anuncio marca un giro significativo en la política nuclear internacional, lo que podría desencadenar un nuevo ciclo de desconfianza y tensión militar.
La presentación del Jabárovsk y del sistema Poseidón no solo refleja el avance tecnológico ruso, sino también la fragilidad del equilibrio geopolítico mundial. Expertos en seguridad internacional coinciden en que las potencias deben priorizar la transparencia y el diálogo estratégico para evitar una nueva carrera nuclear. La diplomacia, acompañada de tratados actualizados y verificables, sigue siendo la única herramienta capaz de garantizar que la innovación militar no se transforme en una amenaza global. La cooperación internacional, más que la competencia, debería ser el verdadero propósito de la ciencia y la defensa moderna.





