3 NOVIEMBRE 2025-NACIONAL-La emoción por el Mundial 2026 se vive con intensidad en Jalisco, donde aficionados llenan estadios y zonas para seguidores mientras las autoridades implementan estrictas medidas de seguridad. Detectores de metales, perros entrenados y inhibidores de drones forman parte de la estrategia en eventos deportivos, buscando garantizar que la pasión por el fútbol no se vea empañada por incidentes.
Sin embargo, a pocos kilómetros de los recintos deportivos, la realidad es completamente distinta. Al sur de Guadalajara, voluntarios de colectivos como los Guerreros Buscadores excavan en patios de casas abandonadas en busca de desaparecidos, una actividad que contrasta con la alegría de los aficionados y evidencia la compleja situación de violencia que enfrenta el estado.
Jalisco, sede de cuatro partidos del Mundial 2026, es también el bastión del Cártel Jalisco Nueva Generación, considerado uno de los grupos criminales más poderosos del país. Con aproximadamente 19.000 miembros y presencia en 21 de los 32 estados mexicanos, el cártel mantiene un control significativo en la región. Hasta octubre, Jalisco reportó alrededor de 1.000 desapariciones, un incremento del 30 % con respecto al año anterior.
Los asistentes a los partidos y las autoridades responsables de la seguridad no muestran temor ante la presencia del cártel. Argumentan que existe una tregua tácita y temporal, y que los grandes eventos deportivos suelen traer consigo mejoras en seguridad y vigilancia, beneficiando tanto a locales como visitantes. “Si no te metes en problemas, no te pasa nada”, expresó un joven estudiante camino al estadio.
Mientras tanto, voluntarios como Indira Navarro buscan a sus familiares desaparecidos, enfrentando riesgos permanentes. Navarro, cuya vida está bajo protección de la Guardia Nacional debido a amenazas, ha participado en hallazgos que incluyen restos humanos y evidencias de violencia, poniendo en evidencia la limitada capacidad de respuesta oficial frente a centros clandestinos de violencia.
El Cártel Jalisco Nueva Generación, catalogado como organización terrorista extranjera por Estados Unidos, ha demostrado su poder mediante ataques audaces contra autoridades y operaciones de alto impacto. Expertos señalan que Jalisco no había tenido un grupo criminal de tal magnitud desde la década de 1980, cuando Guadalajara fue sede de la Copa Mundial de 1986.
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