
El escándalo provocado por Natalia Montaño Ruelas, la funcionaria del Ayuntamiento de Puerto Vallarta que se hizo viral por admitir en un show de Franco Escamilla que «no sabía qué hacía en su trabajo», ha escalado hasta el ámbito de la dirigencia estatal del PAN. El líder del Partido Acción Nacional en Jalisco, cuyo nombre no ha sido citado, ha condenado enérgicamente las declaraciones de la servidora pública. El dirigente panista calificó el incidente como una «burla descarada» a los ciudadanos y a quienes sí cumplen con su trabajo en la administración pública.
La funcionaria Montaño Ruelas, quien es auxiliar en la Secretaría de Hacienda Municipal de Puerto Vallarta, generó una ola de indignación al confesar ante miles de personas y ante el comediante Franco Escamilla que su descripción laboral parecía ser «tomar mucho, comer, cenar y desayunar». Para el dirigente del PAN Jalisco, este caso es un claro ejemplo de la falta de profesionalismo, la opacidad y el presunto «aviadurismo» que, según el partido, imperan en ciertas administraciones financiadas con recursos públicos, y que deben ser combatidas con cero tolerancia.
El Caso Montaño: Una Burla con Dinero Público
La postura oficial del PAN Jalisco se centra en la responsabilidad de la administración municipal de Puerto Vallarta (encabezada por Luis Ernesto Munguía) para dar una explicación inmediata a los ciudadanos. El líder panista ha enfatizado que las declaraciones de Natalia Montaño no pueden ser vistas como una simple «broma de comedia», sino como una confesión que evidencia un posible desvío de recursos públicos. El sueldo de la funcionaria es pagado con impuestos, y su desinterés por sus funciones, reconocido públicamente, exige una acción contundente.
Exigen Investigación y Rendición de Cuentas
El PAN Jalisco ha exigido al Ayuntamiento de Puerto Vallarta que inicie de inmediato una investigación a fondo sobre las funciones y la asistencia de Natalia Montaño Ruelas, con el objetivo de transparentar su desempeño laboral. El partido de oposición ha señalado que la respuesta de la funcionaria, quien se disculpó argumentando que «a un show de comedia se va a relajarse», es insuficiente y evade la responsabilidad. La transparencia debe ser la norma, y no solo una respuesta forzada ante un escándalo viral.
El dirigente del PAN Jalisco instó a la Contraloría Municipal y a las instancias de fiscalización del estado a intervenir para revisar los registros de asistencia, el horario y los entregables de Natalia Montaño. La controversia ha trascendido las redes sociales para convertirse en un tema de debate político sobre la calidad y el compromiso de los servidores públicos en el estado.
El mensaje del PAN Jalisco es claro: el servicio público exige vocación, responsabilidad y compromiso, y no puede ser un espacio para «pasársela bien» a costa del erario. La exigencia de una sanción ejemplar, que podría ir desde la amonestación hasta la separación del cargo, busca reafirmar la importancia de la rendición de cuentas y la ética en el gobierno.
Un dato que complementa notablemente la nota es el contexto político de Puerto Vallarta. El alcalde, Luis Ernesto Munguía, aunque tiene una trayectoria asociada a Morena y ahora al Partido Verde, ha sido un rival directo del PAN en el pasado. Las críticas del PAN Jalisco contra la funcionaria Natalia Montaño no son solo por la opacidad, sino que también se enmarcan en un contexto de confrontación política local. La familia de la funcionaria ha sido vinculada a políticos afines al partido en el gobierno, lo que intensifica el llamado del PAN Jalisco para usar este caso como bandera de la transparencia y la crítica a la forma en que se manejan los recursos humanos en la administración municipal.








