
31 OCTUBRE 2025-INTERNACIONAL-El Ministerio de Defensa de Alemania aprobó contratos por un valor cercano a los 900 millones de euros para el suministro de unos 12.000 drones kamikaze destinados a la Bundeswehr, según informan Bild y Financial Times citando fuentes oficiales y del sector. Las empresas implicadas en el acuerdo son Helsing, Stark y Rheinmetall, que, de concretarse los pagos previstos, recibirán partidas cercanas a 300 millones de euros cada una. La operación supone una expansión significativa del repertorio de municiones guiadas y sistemas de loitering empleados por el Ejército alemán.
La decisión se produjo tras una serie de ensayos celebrados a finales de octubre en un campo de pruebas en Münster, donde se efectuaron 19 vuelos de evaluación: 17 a cargo de Helsing y 2 por Stark. Fuentes citadas por la prensa indicaron que los aparatos de Helsing cumplieron las expectativas en las pruebas, mientras que la filial de Stark registró fallos claros —uno de sus drones erró el objetivo por más de 150 metros y otro perdió el control y se estrelló en un área boscosa—. Rheinmetall, por su parte, no compareció en las pruebas programadas, pese a que estas habían sido anunciadas con antelación. Pese a estos resultados mixtos, Defensa dio su aprobación a la compra pocos días después.

La propia Bundeswehr y el Ministerio de Defensa han declinado ofrecer declaraciones detalladas, argumentando la protección de «intereses de seguridad». No obstante, un portavoz ministerial aseguró que todos los fabricantes pasarán por procesos de calificación y certificación que evalúan software, seguridad de las municiones, facilidad de uso, idoneidad operativa y documentación técnica. Ese control, según la versión oficial, busca mitigar riesgos operativos y asegurar que los sistemas respondan a estándares mínimos previos a su despliegue en unidades.
El contrato y la forma en que se autorizó han generado críticas en ámbitos técnicos y parlamentarios. Observadores subrayan que autorizar compras masivas con resultados de pruebas desiguales y la ausencia de una de las empresas en ensayos públicos plantea dudas sobre la rigurosidad del proceso de selección. Los críticos piden mayor transparencia en los criterios de adjudicación, acceso a informes de prueba y garantía de interoperabilidad con los sistemas de mando y control existentes en la Bundeswehr. También advierten sobre los riesgos logísticos de mantener y actualizar una flota tan numerosa de municiones autónomas.

Desde el plano operativo, los defensores del programa sostienen que los drones kamikaze ofrecen capacidades de ataque de precisión, flexibilidad táctica y un coste por munición relativamente bajo frente a otras opciones. Además, argumentan que su uso puede reducir el riesgo para personal en el campo al permitir neutralizar objetivos desde distancia.








