
La economía mexicana registró una contracción de 0.3 % durante el tercer trimestre de 2025, según datos preliminares, marcando un freno en la actividad productiva nacional. A pesar de este retroceso, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) mantiene su confianza en que la economía repuntará antes de finalizar el año, respaldada por políticas fiscales y estrategias de inversión pública y privada.
El debilitamiento se concentró en sectores industriales y de servicios, con especial afectación en manufactura, construcción y minería. Factores externos, como las tensiones comerciales con Estados Unidos y la volatilidad de los mercados internacionales, contribuyeron a esta desaceleración. Sin embargo, la SHCP enfatizó que la caída no representa una recesión estructural, ya que los fundamentos macroeconómicos del país permanecen sólidos.
El consumo interno mostró cierta resiliencia, especialmente en el sector primario, donde agricultura y producción alimentaria mantuvieron niveles de actividad estables. Las autoridades apuntan a que esta fortaleza ayudará a amortiguar la caída y servirá como base para el repunte económico durante el último trimestre del año, apoyado por estímulos a la inversión y medidas de productividad.
Los expertos destacan que, aunque la caída es moderada, subraya la vulnerabilidad de México ante perturbaciones globales. Señalan la importancia de diversificar mercados, fortalecer las cadenas productivas internas y reducir la dependencia de importaciones clave para asegurar la estabilidad económica y sostener el crecimiento a mediano y largo plazo.
Además, la SHCP ha anunciado un paquete de políticas para incentivar la inversión, mejorar la infraestructura y estimular la creación de empleo. Estos esfuerzos buscan compensar los efectos negativos de factores externos y fomentar la confianza de inversionistas nacionales e internacionales, reforzando la estabilidad del sistema financiero y productivo mexicano.








