El reporte del robo de San Judas Tadeo ha encendido las alarmas y provocado una ola de indignación entre los fieles católicos. Este apóstol, venerado como el patrono de las causas difíciles y desesperadas, es una de las figuras religiosas más populares en México, y su desaparición de cualquier templo o altar comunitario es siempre un golpe emocional para la comunidad. Aunque la información no precisa una ubicación única, este tipo de hurto de imágenes sacras, especialmente la de San Judas Tadeo, es un fenómeno lamentablemente recurrente en diversas partes del país.
La sustracción de la imagen de San Judas Tadeo de sus nichos o capillas se ha reportado en varias ocasiones y en distintos estados, desde Coahuila hasta el Estado de México. En muchos casos, los robos son cometidos con el propósito de obtener las limosnas o los bienes del templo, pero en el caso específico de las imágenes del santo, existe una creencia popular que añade un matiz insólito al crimen.
La Creencia Insólita Detrás del Robo de San Judas
Una de las razones por las que la estatua de San Judas Tadeo se convierte en un objetivo es una vieja y extraña creencia: algunos devotos piensan que robar una imagen del santo y regresarla después de que se les haya concedido un milagro es una forma de «pago» o de aumentar su poder milagroso. Aunque la Iglesia Católica ha desmentido y condenado esta práctica, considerándola una superstición y un delito, esta creencia sigue circulando y motiva a algunos a cometer el hurto de San Judas Tadeo.
Este reciente robo de San Judas Tadeo probablemente afectará a una comunidad local que lo considera su protector. Para los feligreses, el valor de la imagen no es material, sino espiritual. La figura religiosa es un punto de reunión y un símbolo de fe, y su ausencia no solo es un acto de vandalismo o robo, sino una ofensa a sus creencias más profundas. Es común que, tras estos incidentes, los vecinos se organicen para reponer la figura o exigir su devolución, demostrando la gran devoción que existe por el santo.
Daños y Reacción de las Autoridades
El robo de San Judas Tadeo a menudo implica destrozos en la propiedad. Los ladrones fuerzan puertas, rompen vitrales o dañan altares para llevarse la figura. Las autoridades, tanto policiales como ministeriales, suelen iniciar las investigaciones correspondientes por robo y daño a la propiedad. Sin embargo, la dificultad para rastrear las imágenes robadas, muchas de las cuales terminan en manos de coleccionistas o simplemente desaparecen, hace que la recuperación sea un desafío constante para las comunidades afectadas.
La Devoción Masiva del 28 de Octubre
El robo de la figura de San Judas Tadeo cobra una relevancia especial cerca del 28 de octubre, su día principal de celebración. Cada mes, y especialmente en octubre, miles de fieles se congregan en templos como San Hipólito en la Ciudad de México para rendirle homenaje y agradecerle favores. Este fervor masivo contrasta con el acto delictivo del robo, que atenta contra la fe y el patrimonio religioso de la comunidad. El impacto de estos hurtos se siente más fuerte en las fechas de celebración, ya que la ausencia del santo es una dolorosa afrenta a la tradición y el culto.
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