
27 OCTUBRE 2025-INTERNACIONAL- Agentes del Grupo Especial de Operaciones (GEO) de la Policía Nacional, con el apoyo crucial de la Armada Española, llevaron a cabo un audaz abordaje en alta mar que resultó en la incautación de un cargamento masivo de cocaína. La operación tuvo lugar a unas 600 millas náuticas de las Islas Canarias, donde un buque mercante transportaba en sus bodegas una cantidad aproximada de 6.500 kilos de estupefaciente. Este golpe al narcotráfico representa una de las mayores incautaciones realizadas en aguas cercanas al archipiélago.
El navío interceptado era una embarcación tipo supply ship, con más de 54 metros de eslora y bandera de Tanzania. Su destino final era el Puerto de Vigo, un punto estratégico en la ruta atlántica de la droga. La magnitud de la operación y el volumen de la droga incautada subrayan el papel de España como puerta de entrada importante para las organizaciones criminales internacionales que buscan introducir grandes cantidades de estupefacientes en el continente europeo.

El éxito de esta operación no habría sido posible sin la cooperación policial internacional. La clave de la intervención se remonta al pasado 8 de octubre, cuando la agencia estadounidense DEA (Drug Enforcement Administration) proporcionó una información crucial. Esta alerta identificaba las actividades de una organización criminal internacional que planeaba transportar una enorme cantidad de cocaína a través del océano Atlántico utilizando esta ruta y modus operandi.
La información de la DEA detallaba que el barco nodriza, con bandera de Tanzania, había partido desde el puerto panameño de Cristobal Anch con destino a España. Bajo la dirección de la Fiscalía Especial Antidroga de la Audiencia Nacional, la Policía Nacional coordinó de inmediato un operativo para localizar la embarcación en el vasto Atlántico. El objetivo principal era evitar a toda costa que la droga pudiera alcanzar las costas españolas, frustrando así su distribución final en Europa.
El Abordaje Sorpresa y las Estructuras Ilegales a Bordo

La acción decisiva se produjo a las 21:30 horas del 22 de octubre. Con el apoyo logístico y de seguridad de las Fuerzas Armadas españolas, se puso en marcha el dispositivo de abordaje sobre el mercante. Efectivos de élite del GEO, actuando desde un buque de la Armada, lograron interceptar y abordar la embarcación a 600 millas de las Islas Canarias, una distancia considerable que demuestra la capacidad operativa de las fuerzas de seguridad en aguas internacionales.
Una vez que los agentes estuvieron a bordo, se procedió a la detención de los nueve miembros de la tripulación. Durante la primera requisa de seguridad, los agentes hicieron un descubrimiento significativo: encontraron estructuras y construcciones ajenas a la función habitual de un buque de carga. Estas instalaciones ilegales y ocultas eran precisamente las que estaban siendo utilizadas para almacenar el voluminoso cargamento de cocaína, revelando la sofisticación de la red criminal.
La Ruta Atlántica y la Necesidad de Coordinación Permanente

La incautación de 6.500 kilos de cocaína confirma, de manera crítica, que la ruta atlántica desde Sudamérica sigue siendo la principal vía de entrada de grandes cargamentos de droga a Europa. El hecho de que la alerta inicial proviniera de la DEA estadounidense y no de los sistemas de inteligencia europeos resalta, constructivamente, la necesidad de reforzar la capacidad de inteligencia propia en la Unión Europea.









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