
La Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo reveló que sostuvo una conversación telefónica con el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, el pasado sábado, con un tema central en la mesa: las barreras no arancelarias que aún complican el comercio entre ambos países. Este encuentro, aunque informal, fue crucial ya que se realizó a pocos días de que se venciera el plazo de tres meses fijado para resolver estos pendientes, que originalmente estaba previsto para el 1 de noviembre.
Durante la plática, la mandataria mexicana solicitó una prórroga para finalizar los trabajos técnicos que permitan desmantelar las 54 barreras no arancelarias identificadas. Según Sheinbaum, la respuesta del líder estadounidense fue positiva. «Vamos a dar unas semanas más», fue la respuesta que obtuvo la Presidenta, concediendo así un valioso tiempo adicional para que los equipos de trabajo mexicano y estadounidense logren resolver los puntos de fricción pendientes en la relación comercial bilateral.
Aplazamiento Determina el Futuro Comercial
El vencimiento del plazo original del 1 de noviembre era una fecha límite que generaba tensión en el sector exportador mexicano. Las barreras no arancelarias son obstáculos que, sin ser impuestos directos, dificultan o impiden la entrada de productos mexicanos a Estados Unidos, afectando desde mercancías agropecuarias hasta productos manufacturados. La prórroga concedida por Trump, que extiende la negociación, da un respiro a los equipos técnicos y a la iniciativa privada, que esperaba con nerviosismo el resultado de estas conversaciones.
El diálogo con Donald Trump es particularmente significativo dada su influencia en el panorama político y comercial de Estados Unidos. La Presidenta Sheinbaum destacó que la negociación no solo implica la eliminación de estas 54 trabas específicas, sino también el fortalecimiento de la relación económica bilateral bajo una visión de cooperación. Se busca garantizar un comercio más fluido y justo que beneficie a ambas naciones, manteniendo la estabilidad y previsibilidad en los intercambios comerciales.
Este proceso de negociación es altamente técnico e involucra a diversas secretarías y dependencias mexicanas, en coordinación con sus contrapartes estadounidenses. Las 54 barreras restantes requieren de ajustes normativos, certificaciones o cambios logísticos que garanticen el cumplimiento de las regulaciones de Estados Unidos. Es una labor detallada que justifica la solicitud de una extensión de plazo para asegurar que cada punto se resuelva de manera efectiva.
La negociación con Estados Unidos es vital para la economía de México, cuyo principal socio comercial es el país vecino. Resolver estas barreras implica abrir nuevas puertas y consolidar mercados para los productos mexicanos, lo que se traduce directamente en crecimiento económico, generación de empleo y mayor bienestar para las familias. La extensión lograda por la Presidenta Sheinbaum es vista como un avance diplomático clave en un tema de alta sensibilidad económica.







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