Varios miles de personas marcharon en la Ciudad de México, en San Cristobal de las Casas, Chiapas, y algunos otros lugares del país para exigir el cese a los recientes ataques llevados a cabo por grupos paramilitares contra las comunidades zapatistas en el estado de Chiapas.
Además del cese de la violencia en una zona que se encuentra, según el propio movimiento zapatista, “al filo de la guerra civil”, los manifestantes en la capital mexicana demandaron que el Ejército y las grandes multinacionales se retiren de los territorios de los pueblos indígenas de la región.
“Definimos la situación como de guerra civil por la manera en la que se están dando las cosas. Operan en los territorios de las comunidades zapatistas grupos paramilitares, el crimen organizado, la militarizada Guarda Nacional y las grandes transnacionales, que buscan alejar de las riquezas a los pueblos”, lamentó en entrevista Diego García, miembro del Consejo Nacional Indígena.
Pese a que la violencia que han sufrido estas comunidades indígenas ha sido sostenida desde el levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), en las últimas semanas se ha recrudecido el ambiente.
El pasado sábado, al menos siete personas fueron asesinadas y tres heridas en un ataque armado orquestado contra miembros de las comunidades zapatistas en Chiapas, en el momento en que se estaban siendo desplazadas forzosamente de sus territorios.
Los manifestantes, que marcharon desde el Ángel de la Independencia hasta el Zócalo capitalino -donde se encuentra el Palacio Nacional, residencia del presidente Andrés Manuel López Obrador- también criticaron la inacción del Gobierno frente a los recurrentes ataques contra los zapatistas.
“El Gobierno no debe hacer oídos sordos, la omisión es a veces lo peor. Es el momento para que el Gobierno federal impida un derramamiento de sangre”, exhortó Darío Espinosa, bajista del icónico grupo mexicano Panteón Rococó, cuyos integrantes son férreos defensores del movimiento zapatista.
En San Cristóbal de las casas, activistas, simpatizantes del EZLN y organizaciones defensoras de los derechos humanos se manifestaron en la Plaza de la Resistencia para exigir un alto a la guerra.
Bajo una tarde soleada y lluviosa, los manifestantes que acudieron a la cita se pronunciaron en contra de las agresiones que realizan los paramilitares en el estado de Chiapas, así también exigieron la libertad de presos políticos.
Los manifestantes colocaron mantas y portaron pancartas con leyendas que se podía leer: “alto a la guerra contra los pueblos zapatistas”; “si tocan a uno tocan a todos”; “8 de junio acción global, no a la guerra”; “garantizar la salud para el compañero Jorge, atención y tiempo necesario”.
La marcha se llevó acabo de manera pacífica y concluyó con una pequeña manifestación frente al escenario donde horas después tendría un concierto el pianista Arturo Aquino.
Con información de EFE