27 – OCTUBRE – 2025 – INTERNACIONAL. La Fuerza Aérea del Comando del Teatro de Operaciones Oriental del Ejército Popular de Liberación de China (EPL) ha generado una nueva escalada de tensión al realizar «ejercicios de confrontación» de gran envergadura cerca de la isla de Taiwán. Estos ejercicios de confrontación se llevaron a cabo justo antes de la cumbre programada entre el presidente de EE.UU., Donald Trump, y el líder chino, Xi Jinping, al margen del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en Corea del Sur este 30 de octubre. La sincronización de las maniobras subraya la firme postura de Pekín respecto a la isla autogobernada.
Despliegue de Cazas y Bombarderos Estratégicos
El simulacro militar involucró un despliegue aéreo significativo, con la participación de diversas aeronaves clave del EPL. Medios estatales chinos, citando un comunicado oficial, informaron que «varios cazas J-10 volaron en formación de combate hacia un espacio aéreo objetivo designado», mientras que «múltiples bombarderos H-6K se dirigieron a las aguas y el espacio aéreo alrededor de la isla de Taiwán para llevar a cabo ejercicios de confrontación«. La presencia de bombarderos H-6K, con capacidad nuclear, aumenta la seriedad de los ejercicios militares y su intención intimidatoria.
Desde el lado chino, la retórica que acompaña a estas acciones es de compromiso inquebrantable con su soberanía. Yao Miling, un miembro del regimiento de la Fuerza Aérea, afirmó que «defender la soberanía y la integridad territorial del país mediante nuestras acciones y salvaguardar la seguridad y el bienestar de millones de personas es nuestro compromiso solemne». Este mensaje, claramente dirigido tanto a la administración de Taiwán como a la comunidad internacional, enfatiza que los ejercicios de confrontación son una respuesta directa a lo que consideran amenazas a la unidad territorial.
Por su parte, el Ministerio de Defensa de Taiwán reaccionó a las maniobras chinas describiéndolas como «una maniobra de confrontación de opinión pública con fines intimidatorios». En su informe diario, Taiwán indicó que durante las 24 horas previas a su comunicado, habían detectado cuatro aviones del EPL, siete buques de la Armada china y un «barco oficial» operando en las cercanías de la isla. Esta vigilancia constante demuestra el alto nivel de alerta en Taipéi ante las incursiones aéreas y marítimas de Pekín.
La posición de China sobre Taiwán es histórica e inmutable: la considera una «parte inalienable de su territorio» desde 1949. Ante las crecientes declaraciones separatistas del liderazgo de Taiwán, Pekín ha remarcado que la región «nunca ha sido un país ni jamás lo será». Los ejercicios de confrontación sirven como una poderosa advertencia visual de que China está dispuesta a usar la fuerza para evitar cualquier declaración formal de independencia.
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