27 – OCTUBRE-2025 – INTERNACIONALES. El Kremlin ha reafirmado su postura de apertura al diálogo con Estados Unidos, a pesar de las crecientes tensiones y las medidas que considera hostiles por parte de Washington. El portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, declaró este lunes que, si bien Rusia está dispuesta a conversar, la base inamovible de cualquier acercamiento son sus propios intereses nacionales. Esta posición subraya la doctrina de política exterior rusa, la cual insiste en que su voluntad de negociación no implica sumisión a presiones externas, sino una búsqueda pragmática de beneficios para el país.
La Complicación de las Acciones «Poco Amistosas»
El proceso para mejorar las deterioradas relaciones bilaterales entre Moscú y Washington se ve constantemente obstaculizado, según Dmitri Peskov, por las acciones que calificó de «poco amistosas» de la Casa Blanca. El portavoz hizo una clara referencia a las sanciones y amenazas estadounidenses, medidas que, desde la perspectiva de Rusia, minan la confianza y complican cualquier intento de normalización. La postura de Rusia es clara: estas acciones unilaterales de presión no solo son contraproducentes para el entendimiento mutuo, sino que también dificultan la construcción de un diálogo constructivo y respetuoso.
Peskov enfatizó que esta línea de conducta es y seguirá siendo la norma. «A pesar de nuestra disposición a dialogar con EE.UU., Rusia y el presidente ruso [Vladímir Putin] se guían por sus propios intereses nacionales. Así ha sido, es y seguirá siendo», afirmó con rotundidad. Esta declaración es fundamental para entender la estrategia rusa, que busca desvincular la disposición a negociar de la aceptación de las condiciones impuestas por el lado estadounidense. El objetivo final es un acercamiento que reconozca a Rusia como un actor global con prioridades legítimas.
El vocero del Kremlin también destacó la importancia de los contactos menos formales en este difícil panorama diplomático. Hizo referencia a la reciente visita de Kiril Dmitriev, enviado especial de la Presidencia rusa para inversiones y cooperación económica internacional, a Estados Unidos. Peskov subrayó que este tipo de «contactos informales son generalmente un componente muy importante del diálogo», especialmente dada la actual hostilidad. Este enfoque táctico permite mantener canales de comunicación abiertos en áreas específicas, como la económica, donde el interés de Rusia puede coincidir con el de ciertos sectores de EE.UU.
Desde la llegada de Donald Trump a la Presidencia de EE.UU. en enero, ha habido un esfuerzo declarado por ambas partes para normalizar las relaciones. Sin embargo, este camino se ha visto truncado por la imposición de nuevas sanciones, como las dirigidas al sector petrolero ruso. Washington justificó estas medidas, según Moscú, con el objetivo de facilitar la resolución del conflicto ucraniano. El Kremlin de Rusia ha insistido en que no cederá a la presión y ha advertido que tales acciones solo incrementarán los precios de la energía a nivel mundial, impactando negativamente, en última instancia, a los propios consumidores estadounidenses.
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