
Un escándalo de inasistencia marcó la reciente sesión de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados, a pesar de la importancia del tema a tratar: la nueva Ley General de Extorsión. De los 58 legisladores que integran esta comisión, solo uno, el diputado del Partido del Trabajo (PT) Reginaldo Sandoval, se presentó físicamente en el salón de sesiones. Este vacío dejó al descubierto la baja participación presencial de los diputados en los trabajos legislativos, justo cuando se discutía una legislación crucial para la seguridad del país.
El bajo quórum presencial ha revivido el debate sobre la efectividad y la permanencia de las sesiones virtuales, una práctica que se intensificó con la pandemia. Mientras que 44 legisladores optaron por conectarse de forma remota para participar en la discusión de la Ley de Extorsión, un total de 13 se ausentaron por completo, sin siquiera conectarse. Esta disparidad en la asistencia física y remota subraya una desconexión entre el deber presencial de los diputados y el uso de las tecnologías para legislar desde casa.
Discuten Ley de Extorsión en 18 Minutos
La reunión de la Comisión Fantasma fue notablemente breve, con una duración de apenas 18 minutos. Esta rapidez en la sesión, donde se aprobó la opinión sobre la Ley de Extorsión, también levanta cuestionamientos sobre la profundidad del análisis realizado por los legisladores. Para colmo, el encuentro no fue conducido por su titular, Merilyn Gómez Pozos de Morena, sino por la secretaria técnica, debido a que la presidenta de la comisión se encontraba en su casa, participando a distancia.
La ausencia física de la presidenta y de la inmensa mayoría de sus compañeros en la discusión de un tema tan delicado como la Extorsión refuerza la percepción ciudadana de un trabajo legislativo a medias. Aunque la ley permite la participación remota, la falta de presencia física de los diputados en la Comisión Fantasma afecta la legitimidad y la solemnidad del proceso. La aprobación de un dictamen en solo 18 minutos, con la opinión de un solo diputado presente físicamente, resulta alarmante para la calidad legislativa.
Este episodio de la Comisión Fantasma llega pocos días después de otro incidente vergonzoso que involucró la asistencia virtual: la discusión de la Ley de Aguas. En esa ocasión, el exgobernador y actual diputado Cuauhtémoc Blanco se conectó brevemente, pero fue captado en video jugando pádel. Ambos casos ponen en entredicho el compromiso de los legisladores con su labor y el control que existe sobre la participación remota.
Valor Agregado: El Riesgo de la Extorsión en México
Como valor agregado al contexto de la nota, la Ley General de Extorsión que se aprobó con esta escasa Comisión Fantasma es crucial, ya que la extorsión se ha consolidado como uno de los delitos que más afecta a la economía y a la seguridad de los negocios y las familias en México. De acuerdo con datos recientes, la extorsión en sus diversas modalidades, incluyendo el «cobro de piso» y la extorsión telefónica, genera pérdidas multimillonarias y provoca el cierre de miles de pequeñas y medianas empresas anualmente. Por ello, la aprobación de su marco legal con tan poca seriedad presencial es una señal preocupante sobre la prioridad que el Congreso da a un problema nacional de esta magnitud.




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