QUINTANA ROO – 24 – oct – 2025 – INTERNACIONAL. Los próximos comicios legislativos en Argentina han trascendido las fronteras sudamericanas, adquiriendo una relevancia política, económica y geopolítica que llega hasta Washington. En las urnas, los argentinos no solo renovarán la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado, sino que también definirán la viabilidad del proyecto de gobierno del presidente Javier Milei, el rumbo de la oposición y el futuro de la nueva alianza estratégica con Estados Unidos, impulsada por el presidente Donald Trump. Este pulso electoral es considerado la prueba más exigente para Milei, un economista libertario que lleva casi dos años en el poder y que ha implementado un drástico plan de ajuste.
Milei y el desafío de consolidar su proyecto político
Para el presidente Milei, estas elecciones son vitales para obtener el respaldo necesario en el Congreso, donde actualmente carece de mayorías. Aunque su plan económico ha mostrado resultados notables, como la reducción de la inflación mensual del 25% a cerca del 2% y un superávit presupuestal inédito, estos logros han conllevado grandes sacrificios sociales. La caída en los ingresos reales y una tasa de pobreza que, a mitad de año, aún afectaba a 14,5 millones de personas, miden el costo del ajuste. El analista político Sergio Berensztein destaca que lo que está en juego es la continuidad de este «esfuerzo, que es duro, por estabilizar la economía» o el riesgo de que el país «vuelva al período de alta inflación».

El mandato de Milei también se ha visto empañado por escándalos que la justicia de EE.UU. investiga, incluyendo la promoción de una criptomoneda y menciones a su hermana, Karina Milei, en audios sobre dinero indebido en la agencia de Discapacidad, además de la renuncia de un candidato oficialista vinculado a un acusado de narcotráfico. Si bien los involucrados niegan las acusaciones, las urnas reflejarán el costo político de estos casos. Una clave de los resultados será si Milei logra conseguir, por sí mismo o mediante negociaciones, un tercio de apoyo en la Cámara de Diputados. Este respaldo es crucial para sostener sus vetos a leyes que rechaza, y su capacidad de tejer acuerdos con sectores afines, como el PRO de Mauricio Macri, será decisiva para impulsar sus reformas laborales, tributarias y jubilatorias.
La Oposición busca reorganizarse y marcar la agenda
En la vereda de enfrente, la oposición argentina busca aprovechar los comicios para consolidar su influencia en la agenda legislativa. En los últimos meses, Milei ya ha sufrido derrotas legislativas significativas debido a acuerdos puntuales entre distintos grupos que se opusieron a sus vetos, mostrando una capacidad de resistencia en el Congreso. No obstante, la oposición está lejos de ser un bloque unificado. El principal sector contrario, el peronismo, se divide entre referentes como Cristina Fernández de Kirchner, Axel Kicillof y Sergio Massa. Además, la aparición del grupo «Provincias Unidas», que agrupa a gobernadores del interior, podría ofrecer una alternativa que rompa la tradicional polarización. Los resultados del domingo serán un termómetro para que estos distintos perfiles opositores comiencen a organizarse con vistas a las elecciones presidenciales de 2027.
El Interés de EE.UU. por los Recursos Argentinos
El inusual auxilio financiero de Estados Unidos a Argentina, consistente en una línea de swap de monedas por US$20.000 millones y la compra de pesos argentinos para estabilizar la divisa, no solo obedece a afinidades ideológicas. Este movimiento, impulsado por Trump, también busca contrarrestar la «presencia muy fuerte de China» en Sudamérica. Argentina posee recursos estratégicos de interés geopolítico para EE.UU., como son las vastas reservas de gas natural y minerales críticos como el litio y las tierras raras. La estabilidad de Argentina, considerada un «buen vecino», es vista como explícitamente alineada con el interés estratégico de Washington, permitiendo una negociación más agresiva de EE.UU. en áreas diversas. Sin embargo, el propio Trump ha condicionado esta ayuda al desempeño electoral de Milei, advirtiendo que «si no gana, nos vamos», lo que añade una capa de presión internacional al resultado.








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