

Un inusual y peligroso incidente se vivió en el municipio de Emiliano Zapata, Morelos, durante el arranque de una obra pública. El alcalde, Santos Tavares, quiso ser el protagonista del evento al intentar operar personalmente una máquina perforadora. Lamentablemente, su falta de experiencia y pericia con el equipo pesado se hizo evidente de forma dramática, pues perdió completamente el control de la maquinaria, desatando la alarma entre los presentes en el lugar.
La intención del edil era realizar el primer tiro de perforación para la obra, un gesto simbólico en el inicio de los trabajos de construcción. No obstante, al mover la máquina perforadora, el alcalde Tavares no pudo manejar la fuerza ni la dirección del brazo mecánico. El aparato, pesado e incontrolable en sus manos, se movió bruscamente hacia un lado, causando un percance que pudo tener consecuencias mucho más graves que las ocurridas.
El Descontrol de la Máquina Perforadora
En cuestión de segundos, la punta de la máquina perforadora impactó con gran fuerza contra un poste de electricidad que se encontraba cerca de la zona de arranque de la obra. El impacto fue tan fuerte que derribó la estructura por completo, dejando los cables eléctricos colgando peligrosamente sobre la calle y paralizando de inmediato las actividades. Este error evidenció la importancia de que solo personal capacitado y con las medidas de seguridad adecuadas manipule este tipo de equipo en espacios públicos.
Afortunadamente, y a pesar de la gravedad del derribo, no se reportaron personas heridas durante el percance. Sin embargo, la caída del poste generó una afectación considerable en el suministro de energía eléctrica de la zona y causó un desperfecto en la infraestructura de servicios públicos. Esto no solo retrasó la obra que se iba a inaugurar, sino que obligó a movilizar a personal especializado para evaluar los daños y reestablecer tanto la luz como la seguridad del lugar.
El incidente ha generado una ola de comentarios y críticas en redes sociales, donde se cuestiona la ligereza con la que el alcalde Tavares intentó manejar la máquina perforadora sin tener la capacitación necesaria. Más allá de la anécdota, el hecho subraya la necesidad de priorizar la seguridad en cualquier evento público y evitar que funcionarios sin preparación tomen riesgos innecesarios. El costo de la reparación del poste y de los daños causados, que correrá a cargo del municipio, será un cargo extra para la obra en Morelos.
Además del daño material, el derribo del poste en Emiliano Zapata puede implicar una multa considerable para el municipio por daños a la infraestructura eléctrica, dependiendo de las regulaciones de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Este tipo de sanciones se aplican para cubrir no solo el reemplazo del poste, sino también los gastos por la interrupción del servicio, el equipo de emergencia enviado y el riesgo generado. El alcalde Tavares, al intentar operar la máquina perforadora, no solo causó un daño físico sino que añadió un costo económico inesperado a las finanzas municipales.








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