
23 OCTUBRE 2025-INTERNACIONAL-El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo chino, Xi Jinping, sostendrán un encuentro bilateral el próximo 30 de octubre en Corea del Sur, durante la cumbre de la Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC). La reunión fue confirmada oficialmente por la Casa Blanca y será el primer acercamiento directo entre ambos líderes desde el retorno de Trump a la Casa Blanca. El encuentro se realizará durante la mañana, antes de que el mandatario estadounidense regrese a Washington, en el cierre de su gira asiática.
La portavoz presidencial, Karoline Leavitt, informó que el presidente participará en una “reunión bilateral con el presidente Xi de la República Popular China”, destacando que el encuentro busca abordar temas comerciales y de seguridad regional. Este viaje marca el regreso de Trump a Asia en un momento de tensión económica, tras la reciente imposición de aranceles a varios productos extranjeros, incluidos los provenientes de China.
Comercio y geopolítica en el centro del diálogo
El propio Trump ha descrito su gira como un “gran viaje”, con paradas estratégicas en Malasia, Japón y Corea del Sur. Según dijo, su objetivo es alcanzar “un buen acuerdo con China” que permita poner fin a la guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo. Su agenda comenzará en la cumbre de la ASEAN, en Malasia, donde planea firmar un acuerdo comercial y dar seguimiento a un pacto de paz entre Tailandia y Camboya.

Además, se espera que mantenga un encuentro bilateral con el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, en un intento por recomponer las relaciones diplomáticas con Brasil tras meses de fricciones. Fuentes oficiales aseguran que el equipo de Trump busca aprovechar la gira para consolidar la imagen del presidente como líder global en política económica y seguridad.
Después de Malasia, Trump se desplazará a Tokio para reunirse con la primera ministra japonesa, Sanae Takaichi. Japón, uno de los pocos aliados que ha evitado los aranceles estadounidenses, enfrenta presión por parte de Washington para reducir su dependencia energética de Rusia y aumentar su gasto militar, dos temas sensibles para la relación bilateral.

Una cumbre marcada por la tensión internacional
El punto más esperado de la gira será la cumbre de la APEC en Corea del Sur, donde Trump y Xi se verán cara a cara. Este encuentro ha generado expectativas globales por el posible impacto en la estabilidad comercial y política internacional. Sin embargo, las diferencias entre ambas potencias persisten, especialmente en torno a la exportación de tierras raras y los aranceles que siguen afectando el comercio bilateral.
Trump ha mostrado una postura ambigua en los días previos a la reunión: por un lado, amenazó con imponer nuevos gravámenes a productos chinos; por otro, insinuó que “quizás la cumbre no suceda”. A pesar de esto, aseguró tener esperanza en alcanzar acuerdos no solo comerciales, sino también en materia de seguridad global y estabilidad regional.

Un aspecto novedoso en esta ocasión es que el mandatario estadounidense mencionó la posibilidad de pedir a Xi que utilice su influencia sobre el presidente ruso Vladimir Putin para contribuir al fin del conflicto en Ucrania. Este elemento, aunque no confirmado oficialmente por la Casa Blanca, podría abrir una nueva vía diplomática para reducir la tensión entre Occidente y Moscú.
Esta reunión representa tanto una oportunidad como un riesgo. Por un lado, puede restablecer canales de comunicación entre dos potencias que dominan la economía mundial; por otro, un fracaso en las negociaciones podría intensificar la rivalidad comercial y militar, afectando a mercados globales y a la estabilidad de regiones enteras.







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