23 OCTUBRE 2025-INTERNACIONAL-Ucrania presentó su dron marítimo Sea Baby, ahora mejorado, que según las autoridades puede operar en cualquier punto del Mar Negro, transportar hasta 2.000 kilogramos de carga útil y utilizar inteligencia artificial para apuntar con mayor precisión. Este tipo de tecnología ha permitido a Ucrania incrementar la efectividad de sus operaciones navales y mantener presión sobre la flota rusa, especialmente en áreas estratégicas como Crimea.
Avances en la guerra naval
El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) destacó que el Sea Baby ha pasado de ser un dron de un solo uso a una plataforma reutilizable y polivalente, lo que abre nuevas opciones ofensivas para la armada ucraniana. Los ataques realizados con estas naves no tripuladas han afectado al menos a 11 buques rusos, incluyendo fragatas y portaaviones, obligando a la Armada rusa a trasladar su base principal de Sebastopol a Novorossiysk en la costa rusa del Mar Negro.
En una demostración a la que asistieron medios, se presentaron variantes del Sea Baby equipadas con lanzacohetes múltiple y torretas ametralladoras estabilizadas. Los drones también cuentan con sistemas de detección amigo-enemigo asistidos por IA, y tienen mecanismos de autodestrucción para evitar su captura en caso de emergencia, según explicó el general Ivan Lukashevych.
Los operadores controlan las naves a distancia desde un centro móvil, ubicado dentro de una furgoneta, usando un banco de pantallas y controles especializados. La coordinación de los equipos es clave, y el personal militar enfatiza la importancia de la cohesión y la capacitación constante para maximizar el rendimiento de estas plataformas.
Impacto estratégico y operaciones clave
Los drones también se han utilizado en ataques de alto perfil, como los dirigidos al puente de Kerch, infraestructura clave rusa en Crimea. La capacidad de los Sea Baby para atacar soportes submarinos demuestra la evolución de la guerra naval asimétrica, donde la innovación tecnológica permite a Ucrania contrarrestar la superioridad convencional de Rusia en el Mar Negro.
El programa Sea Baby se financia parcialmente con donaciones públicas, en coordinación con la cúpula militar y política de Ucrania, lo que evidencia un modelo de participación civil en el desarrollo de armamento nacional. Además, el sistema ha mostrado ser eficiente y adaptable, permitiendo que Ucrania obtenga ventajas tácticas frente a adversarios más grandes y mejor equipados.
De acuerdo con las autoridades, el dron puede transportar armamento de cohetes desde una distancia segura, lo que reduce riesgos para la tripulación y aumenta la capacidad de respuesta ante ataques enemigos. Este desarrollo subraya la importancia de la inversión en tecnología militar nacional y la innovación en defensa estratégica.
Se espera que los Sea Baby formen parte de un paquete de armas que Ucrania podría empezar a exportar a socios internacionales. Esta medida responde a la demanda de los fabricantes locales, quienes buscan generar ingresos mediante la venta de drones de grado militar probados en el campo de batalla, con un control estricto sobre la seguridad y la logística.
