
23 OCTUBRE 2025-INTERNACIONAL-Venezuela activó cinco nuevos puntos estratégicos de defensa frente al Caribe como parte de los ejercicios Costa Independencia 200, realizados por la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB). El operativo, que comenzó en la madrugada, busca reforzar la seguridad marítima y aérea ante un escenario internacional marcado por la desconfianza y la tensión. Las maniobras incluyen despliegues coordinados en Nueva Esparta, Falcón, Sucre, Zulia y Carabobo, estados considerados claves por su ubicación y relevancia económica.
En transmisión de la Venezolana de Televisión (VTV), un vocero militar aseguró que la FANB está lista para cumplir las órdenes del presidente Nicolás Maduro. En Carabobo, las operaciones se concentran en áreas estratégicas como Palma Sola, la refinería El Palito y el eje Puerto Cabello-Playa Sonrisa. También se han instalado puestos de observación en el Fortín Solano para garantizar una respuesta inmediata ante cualquier eventualidad.
El despliegue incluye sistemas de defensa aeroespacial, piezas de artillería y unidades de comunicación militar. Según los mandos, el objetivo no es la confrontación, sino la prevención. “Nuestra misión es proteger el espacio aéreo y marítimo de la nación y mantener la soberanía sin provocar conflicto alguno”, declaró un oficial durante el operativo.

En el estado Zulia, reconocido por su importancia petrolera y su posición geográfica estratégica, se establecieron nueve puntos de defensa a lo largo de los 179 kilómetros del Golfo de Venezuela. El gobernador Luis Caldera reafirmó el compromiso con la paz y la soberanía, al tiempo que expresó respaldo a los pescadores locales, potencialmente afectados por la creciente militarización en la zona.
Este despliegue ocurre mientras Estados Unidos intensifica operaciones militares en el Caribe, justificadas como acciones contra el narcotráfico. Sin embargo, Caracas sostiene que estas intervenciones tienen motivaciones políticas y buscan presionar al gobierno venezolano. Según medios estadounidenses como CBS News, en el último mes se registraron nueve ataques a presuntas embarcaciones narcotraficantes, con un saldo de 37 muertos.
Los primeros bombardeos ocurrieron en el mar Caribe, pero la ofensiva se amplió recientemente hacia el Pacífico Oriental, lo que incrementa la tensión regional. Ante ello, Maduro ha calificado las acciones como parte de una “guerra multiforme” orquestada desde Washington para debilitar a Venezuela y favorecer intereses externos sobre sus recursos naturales y energéticos.

El representante ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, respaldó esta postura durante una sesión del Consejo de Seguridad, afirmando que las acciones de EE.UU. en el Caribe no pueden considerarse ejercicios militares ordinarios, sino una campaña de presión política, militar y psicológica contra un Estado soberano.
Venezuela, con vastos recursos energéticos, enfrenta sanciones económicas, presión diplomática y una crisis interna que limita su margen de acción. No obstante, su insistencia en defender la soberanía y su alianza con países como Rusia y China consolidan su papel como actor geopolítico relevante en América Latina.








