QUINTANA ROO – 21 DE OCTUBRE DEL 2025 – INTERNACIONAL. El Tribunal Especializado de Banská Bystrica ha emitido una sentencia de 21 años de prisión incondicional contra Juraj Cintula, el jubilado de 72 años que disparó cinco veces contra el primer ministro eslovaco, Robert Fico, el pasado 15 de mayo de 2024. El ataque, que ocurrió a pocos días de las elecciones europeas, conmovió profundamente a Eslovaquia y dejó al mandatario gravemente herido. El tribunal calificó el hecho como un «delito particularmente grave de atentado terrorista cometido contra una persona protegida», reconociendo la motivación política detrás de los disparos.
Terrorismo Político: La Calificación del Delito
Inicialmente, el agresor, Juraj Cintula, fue acusado de «intento de asesinato premeditado» justo después de ser arrestado en el lugar de los hechos, en la localidad de Handlová. No obstante, la Fiscalía eslovaca decidió elevar los cargos en julio de 2024 a terrorismo, una calificación que el tribunal finalmente aceptó. El argumento central fue que el ataque no solo buscaba herir al primer ministro, sino también «interferir en el funcionamiento del Estado» y «castigar a un representante elegido democráticamente», marcando un precedente en la legislación eslovaca por este tipo de violencia política.

El Tribunal, sin embargo, optó por no imponer la pena máxima de cadena perpetua, a pesar de la petición inicial de la Fiscalía. Para justificar la condena de 21 años —el nivel más bajo dentro de los delitos de atentado terrorista—, el juez consideró varios factores atenuantes: la avanzada edad del condenado, su delicado estado de salud y un historial previo que, antes del ataque, se caracterizaba por su «integridad personal». A pesar de no recurrir la decisión, la Fiscalía había solicitado la máxima sanción posible.
El atentado dejó a Robert Fico al borde de la muerte, con heridas en el abdomen y el brazo. Tras ser trasladado de urgencia, el primer ministro se sometió a dos complejas operaciones que salvaron su vida, pero lo obligaron a permanecer hospitalizado durante varias semanas. Robert Fico tardó más de dos meses en poder retomar sus funciones al frente del Gobierno, lo que subraya la gravedad y el impacto físico directo del atentado contra Fico en su capacidad para gobernar.
Un Punto de Inflexión en la Historia Eslovaca
Este veredicto representa el cierre parcial de uno de los episodios de violencia política más graves que ha vivido Eslovaquia en su historia reciente como nación independiente. El atentado contra Fico no solo generó una crisis de seguridad y un debate sobre la polarización política, sino que también puso en el foco el discurso de odio en el país de Europa Central. De hecho, el propio primer ministro, una vez recuperado, llegó a acusar públicamente a su agresor de ser un «activista al servicio de la oposición», lo que refleja la profunda división social y política que este hecho ha exacerbado.

La defensa del condenado anunció que «se reservará tiempo para decidir sobre la apelación» ante el Tribunal Supremo. El abogado de Cintula ha mantenido desde el inicio que su cliente «no tenía intención de matar» al primer ministro, sino de «detener su política y llamar la atención sobre el rumbo del país», una tesis que fue rechazada por el tribunal al elevar los cargos a terrorismo. Previamente, la Fiscalía había rechazado una propuesta de acuerdo extrajudicial que buscaba reducir la pena a tan solo diez años de prisión.