
Ciudad de México, 20 de octubre de 2025. — Una ola de solicitudes de retiro voluntario ha sacudido al Instituto Nacional Electoral (INE) en medio de la creciente incertidumbre que rodea a la próxima reforma electoral anunciada por el gobierno federal. Según fuentes internas, cerca de mil empleados del organismo han decidido poner fin a su relación laboral con la institución, prefiriendo dejar sus puestos antes de que se definan los cambios estructurales que podría sufrir el INE, y que generarían movimientos en su personal y organización.
Esta cifra de casi mil empleados que buscan el retiro voluntario no es menor y refleja el ambiente de preocupación que prevalece entre el personal del INE. Muchos trabajadores, algunos con años de experiencia en la organización de elecciones, temen por la estabilidad de sus puestos y por las nuevas condiciones laborales que podrían imponerse una vez que la reforma electoral sea aprobada. La incertidumbre sobre el futuro del instituto ha sido el motor principal de esta decisión masiva.
Inquietud por la Estructura del INE
La principal causa de este fenómeno de retiro voluntario radica en la falta de claridad sobre el destino del INE y su estructura interna. La propuesta de reforma electoral ha puesto en tela de juicio no solo el nombre y la composición del Consejo General, sino también la existencia de varias direcciones y áreas técnicas que emplean a miles de personas. Esto ha llevado a muchos trabajadores a buscar otras opciones laborales antes de enfrentar despidos o cambios drásticos en sus funciones.
El personal que ha optado por el retiro voluntario incluye una mezcla de funcionarios de carrera y personal de confianza en diversas áreas clave. La salida de estos mil empleados podría generar un vacío operativo en momentos cruciales para el instituto, que se prepara para enfrentar un nuevo ciclo de procesos electorales en un clima de alta tensión política y de profundas modificaciones a las leyes que rigen la materia.
El Impacto en los Procesos Electorales
La fuga de talento y experiencia que representa el retiro voluntario de casi mil empleados podría tener serias repercusiones en la capacidad operativa del INE. La organización de elecciones requiere personal altamente especializado en logística, capacitación, fiscalización y sistemas informáticos. La pérdida de este capital humano, justo antes de una reforma electoral, representa un desafío para la institución, que deberá reestructurar sus equipos de trabajo en un periodo de transición.









