16 DE OCTUBRE DEL 2025 – INTERNACIONALES. La provincia de San Juan, Argentina, fue el escenario de una trágica balacera que culminó con la muerte de un niño de tan solo ocho años. El fatal incidente se desencadenó durante un violento enfrentamiento entre familias residentes en un complejo habitacional del departamento de Rawson. La pelea escaló rápidamente hasta que uno de los involucrados comenzó a disparar desde una de las viviendas hacia la calle, un acto de violencia irracional que ha conmocionado a toda la comunidad.
El pequeño niño que perdió la vida fue identificado como Emir Barboza. En el momento de la balacera, se encontraba jugando inocentemente en la calle. Lamentablemente, uno de los disparos impactó directamente en su pecho, hiriéndolo de muerte. Aunque un familiar lo trasladó de inmediato a un hospital cercano en la madrugada del martes, los médicos solo pudieron confirmar que la muerte de Emir había sido prácticamente instantánea. El informe oficial de la policía reveló que la bala no tuvo orificio de salida y quedó alojada en su cuerpo.

Operativo Policial y Detenciones por los Disparos
Tras el trágico incidente, la policía local implementó un operativo de seguridad que incluyó cuatro allanamientos simultáneos en la zona del complejo habitacional. Estos allanamientos resultaron en la detención de siete personas, incluyendo a un menor de edad. La policía incautó varios elementos clave para la investigación, como vainas servidas, proyectiles deformados, un revólver, cartuchos y teléfonos celulares, todos relacionados con el disparo que segó la vida del niño.
La investigación se centra ahora en la evidencia forense para identificar al responsable del disparo. La ropa que usaban los detenidos fue retenida y enviada a laboratorio para la realización de exámenes balísticos. Estos análisis buscarán determinar si alguna de las prendas tiene restos de pólvora, lo que sería una prueba crucial para vincular a alguno de los detenidos con el arma utilizada en la balacera.

La indignación y el dolor de la familia de Emir no se hicieron esperar, y poco después del crimen, un familiar de la víctima señaló directamente a uno de los detenidos. El acusado fue identificado como Jonathan Carrizo. La familia usó las redes sociales para expresar su furia y su exigencia de justicia. «Que se re funda en la cárcel, no tenés perdón de Dios», y «Vas a pagar por lo que hiciste, malparido. Era un niño, toda una vida por delante», fueron algunos de los mensajes publicados, señalando la autoría del disparo en el enfrentamiento.
Este lamentable hecho pone en evidencia la escalada de violencia en los enfrentamientos vecinales en Argentina, donde las peleas entre familias terminan con el uso de armas de fuego y consecuencias devastadoras. La muerte de un niño de tan corta edad, que solo estaba jugando, es un reflejo de cómo la violencia social se cobra la vida de víctimas inocentes. Las autoridades y la justicia tienen ahora la responsabilidad de esclarecer completamente el incidente y garantizar que los responsables de la balacera y el disparo enfrenten las máximas consecuencias legales por el crimen.










