
16 OCTUBRE 2025-INTERNACIONAL-El Parlamento de Grecia aprobó una reforma laboral que permite trabajar hasta 13 horas diarias de forma excepcional. La medida, impulsada por el Gobierno conservador de Kyriakos Mitsotakis, busca responder a la falta de mano de obra en sectores como la hostelería y los servicios, pero ha encendido la polémica por el impacto que podría tener en los derechos de los trabajadores. La ley fue aprobada con los votos del partido Nueva Democracia, que tiene mayoría absoluta en el Congreso heleno.
Toda la oposición votó en contra, salvo el partido Syriza, que decidió ausentarse de la votación. Su líder calificó la iniciativa como una “ley monstruosa”, argumentando que atenta contra décadas de conquistas laborales. El Ejecutivo, por su parte, insiste en que la medida será opcional y solo aplicable un máximo de 37 días al año, limitándose al sector privado.
La ministra de Trabajo, Niki Kerameos, defendió la reforma como una ley “positiva y progresista”. Según explicó, busca facilitar el desarrollo empresarial, aumentar el empleo y fortalecer la red de protección social. La funcionaria aseguró que los trabajadores que acepten las horas extra recibirán una bonificación del 40% por hora adicional, sin que esto afecte el límite de 48 horas semanales establecido por la normativa europea.
Kerameos también recalcó que la ley prohíbe explícitamente cualquier tipo de coerción o despido por negarse a aceptar la ampliación de jornada. Sin embargo, los sindicatos ven difícil que esa protección sea efectiva. Para ellos, en un mercado laboral tan desigual, el trabajador griego tiene muy poco margen de negociación frente al empleador.

Los principales sindicatos, ADEDY y GSEE, han convocado dos huelgas generales durante octubre para exigir que el Gobierno retire la medida. Según sus dirigentes, la reforma abre la puerta a la precarización y al abuso laboral. También advirtieron que la “voluntariedad” es una falacia, ya que las empresas pueden presionar o incluso despedir con otras excusas a quienes se nieguen.
Uno de los argumentos del Gobierno es que la ampliación busca paliar la escasez de trabajadores en los sectores de servicios, turismo y comercio. Grecia, uno de los países más dependientes del turismo en Europa, ha enfrentado dificultades para cubrir vacantes en temporada alta. Desde julio de 2024, varios gremios ya habían sido autorizados a trabajar seis días a la semana, con un aumento del 40% en el salario del día adicional.

Aun así, la Confederación Griega de los Trabajadores alertó que muchos empleados “no tendrán oportunidad real de negarse” a las nuevas condiciones. Temen que la ley aumente la desigualdad y afecte especialmente a los jóvenes, mujeres y migrantes, que suelen ocupar los empleos más precarios.
Datos de Eurostat confirman que los griegos ya trabajan más horas que cualquier otro pueblo europeo —unas 1.886 horas al año—, pero su productividad y poder adquisitivo siguen siendo de los más bajos del continente. Esto evidencia que trabajar más no siempre se traduce en prosperidad, sino que puede agravar el desgaste laboral y social.
Grecia podría enfrentar sanciones si la nueva ley vulnera las directivas europeas sobre el tiempo máximo de trabajo. Además, varios analistas económicos advierten que este tipo de reformas podrían aumentar la “fuga de cerebros” en el país, ya que miles de jóvenes profesionales griegos emigran cada año en busca de mejores condiciones laborales en países como Alemania y Países Bajos.











