
16 OCTUBRE 2025-INTERNACIONAL-La ciudad de Barcelona vivió una jornada de alta tensión tras la protesta por Palestina convocada el 15 de octubre, que terminó en fuertes disturbios y enfrentamientos con los Mossos d’Esquadra. La manifestación, que inició como una huelga de solidaridad con el pueblo palestino, derivó en actos de vandalismo, barricadas y enfrentamientos violentos que dejaron un saldo de 15 personas detenidas, 11 de ellas menores de edad.
La concentración comenzó a las seis de la tarde en la estación de Sants, bajo el lema de poner fin al “genocidio, el colonialismo, la ocupación y el apartheid” en Palestina. Contó con el respaldo de varios sindicatos, entre ellos CC.OO., UGT y CGT, así como de diferentes organizaciones sociales. Sin embargo, poco después de iniciar el recorrido hacia el consulado de Israel, un grupo de manifestantes levantó las primeras barricadas en la calle Tarragona, quemando contenedores y causando destrozos en varios comercios.
Barricadas y enfrentamientos en el centro de Barcelona
El ambiente se tornó más violento a medida que la marcha avanzaba. En su trayecto hacia el consulado israelí en la avenida María Cristina, se registraron ataques a establecimientos comerciales, entre ellos un Burger King, una empresa de seguros y una entidad bancaria. El humo de los incendios de contenedores era visible desde distintos puntos de la ciudad, lo que llevó a un rápido despliegue policial.
Ya en las inmediaciones del consulado, los disturbios se intensificaron. Manifestantes arrojaron vallas, construyeron nuevas barricadas y continuaron con la quema de contenedores. En paralelo, otro grupo atacó un McDonald’s ubicado en la avenida Diagonal. Ante la escalada de violencia, los Mossos d’Esquadra respondieron con el uso puntual de gas pimienta para dispersar a los implicados, según confirmaron fuentes oficiales.

Tensión desde primera hora en Sants
Los incidentes no comenzaron con la manifestación principal. Desde el mediodía, la estación de Sants ya registraba enfrentamientos entre manifestantes y agentes, después de que algunos participantes lanzaran objetos contra la policía. Las unidades de intervención de la Brimo realizaron cargas puntuales para evitar la toma del recinto ferroviario, lo que obligó a cerrar temporalmente la estación durante casi una hora.
Más tarde, hacia las cinco de la tarde, se registraron nuevos choques frente al Hotel Barceló Sants, donde decenas de manifestantes intentaron bloquear la salida del autobús del equipo de baloncesto Hapoel de Jerusalén, que debía viajar a Manresa para un partido a puerta cerrada. La policía volvió a utilizar gas pimienta para controlar la situación, resultando afectadas varias personas, entre ellas el diputado de la CUP Xavi Pellicer.
Finalmente, el equipo israelí logró salir del lugar escoltado por un fuerte dispositivo de seguridad, que acompañó a los jugadores hasta Manresa en tres autobuses. La protesta generó un colapso del tráfico en el centro de Barcelona, con cortes en varias avenidas principales y afectaciones en el transporte público durante gran parte de la tarde y la noche.

Los Mossos informaron que, además de los 15 detenidos, varios agentes resultaron con lesiones leves. En tanto, las autoridades locales condenaron los actos vandálicos, aunque reiteraron el derecho a la manifestación pacífica. Los servicios de limpieza municipales trabajaron durante la madrugada para retirar los restos de barricadas y contenedores quemados.
Reacciones y contexto internacional
La protesta de Barcelona se enmarca en una ola de manifestaciones internacionales en apoyo a Palestina, registradas en ciudades como Londres, París y Berlín. En España, se han intensificado las movilizaciones desde que comenzó la ofensiva israelí en Gaza, con un número creciente de colectivos universitarios y sindicales exigiendo un alto al fuego y el cese del comercio de armas con Israel.