El Senado de Estados Unidos sufrió un nuevo tropiezo al intentar poner fin al cierre gubernamental: por octava vez consecutiva sus miembros no lograron aprobar la resolución de financiamiento que reabriría parcialmente el gobierno. Con una votación de 49 votos a favor frente a 45 en contra, el proyecto no alcanzó la mayoría necesaria de 60 apoyos para avanzar.
El plan presentado por los republicanos ya había sido aprobado en la Cámara de Representantes y proponía financiar al gobierno hasta el 21 de noviembre, pero su avance en el Senado se frenó ante la oposición unida del bloque demócrata. Los demócratas reclamaban que la medida incluyera extensiones permanentes para programas de salud y subsidios del Obamacare, mientras los republicanos rechazaban esa vinculación argumentando que favorece migrantes indocumentados. Seis senadores no participaron en la votación, entre ellos John Fetterman, demócrata de Pensilvania, quien en ocasiones previas ha apoyado proyectos presupuestarios republicanos.
Impacto y despidos
La derrota de esta moción de procedimiento asegura que el cierre gubernamental se prolongará al menos por un día más, aunque nadie puede decir con certeza cuándo podría presentarse una nueva propuesta para destrabar la parálisis. Hasta el momento, se han reportado aproximadamente 4 100 despidos en dependencias federales como el Departamento de Justicia y el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC). Además, la administración Trump advirtió que pronto revelará una lista de programas federales que planea eliminar permanentemente si no hay acuerdo.
Presión política y acusaciones cruzadas
Desde la Casa Blanca, el presidente Donald Trump urgió a los legisladores a actuar e insinuó que este podría convertirse en el cierre más largo de la historia. Mientras tanto, los líderes del Senado intercambiaron acusaciones: los republicanos acusan a los demócratas de obstaculizar por interés político, y éstos defienden que no aceptarán medidas que omitan prioridades como la salud pública.La confrontación política ha incrementado la incertidumbre sobre el futuro presupuestario del país.
¿Por qué no se llega a un acuerdo?
El bloqueo no es nuevo: este es el octavo intento fallido, lo que evidencia el estancamiento persistente entre republicanos y demócratas a la hora de resolver temas clave como el financiamiento de salud, subsidios sociales y el rol del Estado en servicios federales. Aunque los republicanos controlan tanto el Senado como la Cámara de Representantes, todavía requieren votos adicionales para alcanzar la mayoría calificada de 60, lo que les obliga a buscar respaldo dentro de su propio partido o captar a algunos demócratas cercanos.El debate sobre si incluir o no programas como el Obamacare en una ley de financiamiento se ha vuelto el principal punto de fricción.
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