
14 de Octubre del 2025.- Una nueva y peligrosa modalidad delictiva se ha consolidado en varios municipios de Guanajuato, donde grupos del crimen organizado no solo se dedican al robo de ganado y cárnicos, sino que ahora extorsionan a pequeños comerciantes para forzarlos a vender estos productos. Esta práctica ilegal genera una doble amenaza: por un lado, causa pérdidas económicas significativas para el sector ganadero y de transporte; por otro, representa un grave riesgo para la salud pública, ya que la carne es procesada en rastros clandestinos sin ningún tipo de control sanitario, poniendo en peligro a miles de consumidores que la adquieren sin conocer su procedencia.
La situación ha escalado a tal punto que ha sido denunciada formalmente ante el Congreso del Estado. La presidenta de la Comisión de Desarrollo Rural y Fomento Agropecuario, Rocío Cervantes Barba, ha sido una de las voces que ha expuesto esta problemática, confirmando que las denuncias provienen directamente de los afectados. Esta nueva forma de extorsión que afecta a Guanajuato somete a los dueños de pequeñas carnicerías a una presión constante, obligándolos a participar en una cadena delictiva bajo amenazas directas contra su integridad y la de sus familias, convirtiéndolos en la última y más vulnerable pieza de este esquema criminal.

El Modus Operandi de la Extorsión
El método utilizado por estos grupos delictivos es cada vez más audaz y está claramente identificado por las autoridades. La diputada Cervantes Barba detalló que la operación comienza con el robo de camiones que transportan animales vivos, principalmente cerdos. Posteriormente, los animales son llevados a rastros clandestinos improvisados donde son sacrificados sin seguir los protocolos de salubridad requeridos por la ley. La carne resultante de este proceso es distribuida entre carnicerías de menor tamaño, cuyos propietarios son amenazados para que la pongan a la venta, mezclándola en ocasiones con producto legítimo para dificultar su identificación.
Según la información proporcionada por la legisladora, esta práctica se ha detectado con mayor intensidad en los municipios que conforman el distrito XIX local, que incluye Abasolo, Huanímaro, Cuerámaro, Pueblo Nuevo y Valle de Santiago. Además, se ha identificado un punto crítico de operación en el tramo de la carretera federal 90 que conecta con Abasolo, una zona que se ha convertido en foco de alerta para los transportistas del sector. Las denuncias sobre la extorsión a comerciantes en Guanajuato han sido confirmadas por las autoridades estatales, quienes ya investigan activamente este modus operandi para desarticular a las células responsables.

Respuesta de las Autoridades y Casos Relevantes
Frente a este panorama, las autoridades estatales han comenzado a coordinar esfuerzos para combatir este delito. En su informe de marzo de 2025, el fiscal Gerardo Vázquez mencionó que ya se habían abierto 139 carpetas de investigación por extorsión y se había desarticulado una célula criminal en Irapuato dedicada a esta actividad, logrando una disminución de casos en esa zona, así como en Celaya y Salamanca. La respuesta de las autoridades ante la extorsión en el estado de Guanajuato también incluye una colaboración estrecha con la Guardia Nacional para reforzar la vigilancia en las carreteras y prevenir el robo de transporte de carga.
Estos esfuerzos han arrojado resultados concretos, como la recuperación de un tractocamión en Apaseo el Grande el pasado 10 de octubre, gracias a la estrategia CONFIA. El vehículo, que tenía reporte de robo, transportaba 648 cajas de carne para hamburguesas y los cerdos estaban valuados en más de cinco millones de pesos. En otro operativo exitoso en Abasolo, las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado (FSPE) localizaron una granja abandonada donde se recuperó un camión con 140 cerdos vivos, con un valor superior a los 650 mil pesos, logrando la detención de dos individuos e incautando inhibidores de señal y otros equipos utilizados en sus actividades ilícitas.

El Riesgo Sanitario Oculto y Recomendaciones al Consumidor
Más allá de las pérdidas económicas y la violencia asociada, el mayor peligro de esta red criminal reside en la salud pública. La carne procesada en rastros clandestinos no cuenta con ninguna supervisión veterinaria, lo que eleva exponencialmente el riesgo de enfermedades transmitidas por alimentos (ETAs). Patógenos como la Salmonella, E. coli, o parásitos como la Taenia solium (cisticercosis) y la Trichinella spiralis (triquinosis), pueden estar presentes en la carne de cerdo sacrificada sin las debidas inspecciones. Estas enfermedades pueden causar desde malestares gastrointestinales severos hasta complicaciones neurológicas crónicas e incluso la muerte.
Ante esta situación, se emiten las siguientes recomendaciones a los consumidores para proteger su salud y evitar fomentar indirectamente estas redes delictivas:
- Denunciar cualquier sospecha: Si se tiene conocimiento de un punto de venta sospechoso o de prácticas irregulares, es fundamental reportarlo anónimamente a las autoridades sanitarias o de seguridad pública.
- Comprar en establecimientos de confianza: Adquirir productos cárnicos únicamente en carnicerías, supermercados y mercados establecidos que cumplan con las normativas de higiene.
- Verificar sellos de salubridad: Buscar en los productos el sello TIF (Tipo Inspección Federal) u otros sellos de verificación sanitaria que garanticen que la carne ha sido procesada bajo estrictos controles de calidad.
- Desconfiar de precios excesivamente bajos: Ofertas que parecen demasiado buenas para ser verdad pueden ser un indicador de que el producto es de procedencia ilícita o clandestina.
- Observar la calidad de la carne: Prestar atención al color, olor y textura del producto. La carne en mal estado o de mala calidad a menudo presenta un color pálido o amoratado y un olor desagradable.








