13 DE OCTUBRE DEL 2025 – LOCAL. La Secretaría de Salud de Quintana Roo (SESA) ha puesto en marcha un plan de intensificación en sus acciones de vigilancia sanitaria y control de vectores. Esta medida preventiva responde a la confirmación de la presencia del mosquito invasor Aedes vittatus en el vecino estado de Yucatán. Este vector, originario de África y Asia, representa un potencial riesgo como transmisor de múltiples arbovirus, lo que ha elevado la alerta epidemiológica en toda la Península de Yucatán.
A pesar de la preocupación regional, las autoridades de la SESA han aclarado que, hasta la fecha, no se ha registrado la presencia del Aedes vittatus en el territorio quintanarroense. No obstante, la vigilancia sanitaria se ha fortalecido debido a que esta especie, también conocida como el «mosco del Mediterráneo”, es conocida por su peligrosa capacidad de transmisión sanitaria. Puede portar y transmitir enfermedades graves como el dengue, zika, chikungunya, fiebre amarilla y mayaro, lo cual obliga a las autoridades a no bajar la guardia.
Foco de la Vigilancia Sanitaria: Aedes Aegypti, el Peligro Constante
Ante el riesgo de dispersión regional del nuevo vector, Quintana Roo ha priorizado acciones claves como el control larvario y la fumigación en áreas estratégicas. El Jefe de Vectores de la Jurisdicción Sanitaria No. 2, Melchor Ojeda Chi, anunció el reforzamiento de estos trabajos, especialmente necesarios tras las recientes lluvias e inundaciones que se han presentado en la zona norte de la entidad. Este clima húmedo crea las condiciones ideales para la proliferación de mosquitos, lo que justifica la intensificación de la vigilancia sanitaria.
El funcionario fue enfático al aclarar que, si bien la población está reportando una gran molestia por la presencia masiva del mosquito común (Culex), esta especie no es la principal preocupación. La verdadera vigilancia sanitaria se concentra en el Aedes aegypti, el vector principal y endémico de la región. El Aedes aegypti es el responsable directo de la transmisión sanitaria de dengue, zika y chikungunya, y tiene la particularidad de criarse dentro de las viviendas, en depósitos de agua limpia.
La Nueva Amenaza: El Riesgo de Transmisión Sanitaria Mixta
Si bien el Aedes aegypti se mantiene como el principal objetivo del control de vectores, las autoridades sanitarias están ampliando su vigilancia sanitaria para incluir al Aedes vittatus y al Aedes albopictus como nuevas amenazas vectoriales a monitorear. El Aedes vittatus, confirmado en Yucatán por la Universidad Autónoma de Yucatán, es una especie que se distingue por su color oscuro con escamas y seis puntos blancos en el cuerpo.
Lo preocupante de este mosquito invasor es su potencial de convertirse en un «mosquito puente». Esta característica significa que el vector podría mantener el ciclo de transmisión sanitaria tanto en áreas silvestres como en zonas urbanas, cruzando fácilmente entre ambos entornos. Si el Aedes vittatus se establece en la región, incrementaría notablemente la complejidad del control epidemiológico en toda la Península, poniendo una presión adicional a los esfuerzos de vigilancia sanitaria que ya se realizan.
El Gobierno de Quintana Roo hace un llamado a la población para colaborar activamente con las medidas preventivas, especialmente el saneamiento básico en los hogares. La eliminación de criaderos de mosquitos, tapando recipientes con agua o desechando aquellos que ya no se usan, es la defensa más efectiva contra el Aedes aegypti y es crucial para prevenir la transmisión sanitaria de enfermedades. Es fundamental la participación ciudadana para que el esfuerzo de vigilancia sanitaria de la SESA tenga éxito en la contención de estas amenazas.
La principal diferencia entre el Aedes aegypti y el Aedes vittatus radica en sus hábitos de reproducción y picadura. Mientras que el Aedes aegypti se cría casi exclusivamente en entornos urbanos y pica principalmente durante el día, el Aedes vittatus tiene una mayor adaptabilidad, pudiendo reproducirse en ambientes naturales (silvestres) y semi-urbanos, y puede picar tanto de día como de noche. Este amplio rango de hábitat obliga a la SESA a diversificar sus estrategias de control larvario, implementando medidas no solo en viviendas sino también en áreas naturales y de transición entre lo urbano y lo silvestre, haciendo la vigilancia sanitaria una labor mucho más compleja y extensa.
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