
Decenas de personas en todo el mundo invirtieron miles de dólares en lo que prometía ser un «crucero residencial asequible» de tres años, pero el sueño se ha convertido en una auténtica pesadilla. Victoria Cruises Line (VCL) promocionó un viaje a 115 países con camarotes por $3,840 USD al mes, atrayendo a jubilados y aventureros. Sin embargo, tres años después, el crucero no solo no ha zarpado, sino que los afectados han descubierto que VCL ni siquiera posee ni tiene contrato de arrendamiento sobre el barco anunciado. Clientes como los australianos Dennis y Taryna Wawn han perdido la esperanza de recuperar sus depósitos, que para ellos ascendieron a $10,000 USD.
Sueños Naufragados y Vidas Reorganizadas por el Crucero
La promesa de un «hogar en el mar» llevó a los aspirantes a residentes a tomar decisiones de vida drásticas. Muchos clientes vendieron sus casas, reubicaron a sus mascotas y almacenaron sus pertenencias, preparándose para una vida de tres años a bordo del crucero. Una mujer incluso tuvo que sacrificar a su perro enfermo, creyendo que no regresaría en años. Otras parejas, debido a problemas de salud y edad avanzada, no pudieron seguir esperando y se vieron obligadas a mudarse a residencias de ancianos.

Adam Glezer, director de una empresa de defensa del consumidor, calificó lo ocurrido de «repugnante», señalando que a los clientes se les «vendió un sueño» que se volvió una pesadilla. Los afectados han emprendido acciones legales y han presentado quejas ante el FBI y organismos gubernamentales. Por su parte, VCL niega haber perjudicado a nadie, argumentando que los clientes conocían las condiciones de ocupación al reservar y que el crucero no ha podido zarpar por no alcanzar el 80% de ocupación necesario para fletar el barco.
La Falta de Transparencia de la Naviera de Crucero
La sospecha sobre VCL comenzó a crecer después de que la compañía pospusiera la fecha de salida, originalmente prevista para mayo de 2023, en tres ocasiones. La compañía justificó los retrasos alegando que no había alcanzado la ocupación necesaria, que afirmaban requerir para alquilar una embarcación. No obstante, la BBC descubrió que VCL promocionaba el crucero con el nombre del antiguo Holland American Veendam (ahora Majestic), pero la empresa propietaria del buque negó tener cualquier vínculo o contrato con VCL.
VCL admitió a la BBC que modificó los contratos después de que los clientes firmaran y que aplicó los nuevos términos de forma retroactiva, defendiendo esta práctica como algo común en el sector. La compañía, registrada con actividades que van desde el transporte marítimo hasta el alquiler de tabaco y vehículos en Hungría e Italia, ahora enfrenta múltiples acciones legales. Un fallo en Utah, EE. UU., concluyó que los supuestos empleados promocionando el crucero no tenían intención de trabajar para la empresa.
