5 DE OCTUBRE DEL 2025 – LOCAL. El Colegio de Contadores Públicos de Cancún ha emitido una seria advertencia a empresas y ciudadanos, anticipando un incremento significativo en la fiscalización del Servicio de Administración Tributaria (SAT) para el año 2026. El presidente de la organización, Carlos Barreiro, señaló que la autoridad hacendaria ya ha intensificado sus facultades de comprobación, impactando no solo a grandes corporativos, sino también a personas físicas, incluyendo a los asalariados, quienes tradicionalmente sentían menor presión de la vigilancia fiscal.
El panorama económico sugiere que el 2026 será un año con una mayor intención recaudatoria por parte del gobierno federal. Según el análisis del Colegio, si el crecimiento económico proyectado no logra generar los ingresos esperados, el SAT buscará compensar la meta de recaudación a través del reforzamiento de la fiscalización. Este escenario obliga a todos los contribuyentes a tomar medidas preventivas para evitar costosas multas y requerimientos inesperados por parte de la autoridad tributaria.
Riesgos y Recomendaciones Ante la Presión Fiscal
Barreiro enfatizó que la presión fiscal no distingue entre grandes empresarios y trabajadores comunes, un cambio que resulta alarmante. «Es de llamar la atención que incluso a asalariados les han llegado requerimientos», exhortó el líder del gremio. Ante esta realidad, la recomendación es clara y urgente: los contribuyentes no deben confiar ciegamente en la información precargada por el SAT en sus sistemas, sino que deben verificar y cotejar cada dato, buscando asesoría fiscal profesional cuando sea necesario.

El presidente de los contadores subrayó la lógica detrás de esta tendencia: si no se cumplen las premisas de crecimiento económico, la única vía que tendrá la autoridad para cubrir el gasto público y los compromisos financieros será reforzar las auditorías y las revisiones fiscales. Este ajuste fiscal es una respuesta directa a las debilidades económicas y representa un riesgo inminente para aquellos contribuyentes que no tienen sus procesos administrativos y contables completamente en orden y apegados a las normativas tributarias.
Complicado Escenario Económico y el Factor Arancelario
La necesidad de reforzar la fiscalización se origina también en un complicado escenario macroeconómico. Carlos Barreiro alertó sobre el endeudamiento público, que actualmente ronda el 4% del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que el crecimiento proyectado se mantiene modesto, entre el 1.8% y el 2.8%. El especialista comparó la situación con la economía familiar: «si tienes más deuda de lo que esperas crecer, la fórmula se desestabiliza», lo que obliga al Estado a buscar ingresos extraordinarios por la vía de la recaudación.
El análisis del Colegio de Contadores de Cancún destacó que, además del endeudamiento y el bajo crecimiento, la volatilidad del tipo de cambio complica el panorama. La inestabilidad del peso frente al dólar encarece el costo de la deuda pública contratada en moneda extranjera y aumenta el precio de bienes esenciales como la importación de combustibles. Este factor cambiario ejerce una presión adicional sobre las finanzas del Estado, lo que refuerza la necesidad del SAT de intensificar su control fiscal para equilibrar las cuentas.
Adicionalmente, el presidente del Colegio señaló que la informalidad laboral sigue siendo un obstáculo difícil de abatir, y mientras no exista un crecimiento económico sostenido, este sector continuará jugando un factor relevante en la actividad. Otro aspecto que inquieta es el tema arancelario, derivado de las políticas comerciales de Estados Unidos, que podría restringir la inversión proyectada en México. Por ello, la vigilancia fiscal se convierte en la herramienta principal para compensar estos riesgos.
Ante este panorama de aumento en la vigilancia fiscal y complejidad económica, la recomendación final del Colegio a personas físicas y morales es clara y práctica: reforzar sus procesos administrativos y buscar de inmediato asesoría profesional. Barreiro concluyó con una analogía contundente: «Esto es como ir al médico: sale más barato pagar al asesor que pagar la multa», instando a los contribuyentes a priorizar la prevención fiscal sobre el riesgo de sanciones.