
Wall Street inició la jornada bursátil de este miércoles en números rojos como reacción inmediata al cierre parcial del Gobierno federal en Estados Unidos. La falta de consenso en el Congreso entre republicanos y demócratas impidió que se acordara un presupuesto antes de la fecha límite del 1 de octubre de 2025, forzando la suspensión de actividades no esenciales de la Administración. Quince minutos después del toque de campana, los principales índices mostraban descensos: el Dow Jones de Industriales caía un leve 0,02%, el S&P 500 retrocedía un 0,17% y el tecnológico Nasdaq perdía un 0,27%, reflejando la inquietud de los inversores.
La preocupación en los mercados financieros es palpable. El cierre parcial del Gobierno inmediatamente sembró dudas sobre una posible desaceleración económica, lo que se tradujo en una notable caída en las acciones bancarias. La suspensión de servicios no esenciales en la Administración central, aunque inicialmente limitada, es vista como una señal de inestabilidad política que podría comprometer otras funciones cruciales si el bloqueo legislativo se prolonga. Los inversores temen que la parálisis en Washington pueda tener un impacto negativo en la confianza empresarial y el gasto público.
Inquietud a Pesar del Récord de Septiembre 📈

Paradójicamente, la caída del mercado se produce justo después de un cierre de mes y trimestre excepcionalmente positivo. La jornada anterior, Wall Street cerró con récord y registró ganancias acumuladas tanto en el mes de septiembre como en el tercer trimestre del año. Gran parte de este impulso fue liderado por el índice Nasdaq, impulsado por el rendimiento estelar de las grandes compañías tecnológicas que están a la cabeza del desarrollo de la Inteligencia Artificial (IA). Este contraste subraya cómo la incertidumbre política tiene la capacidad de anular rápidamente el optimismo económico generado por el sector privado.
La causa directa del cierre parcial es la profunda falta de consenso y el fracaso de las negociaciones en el Capitolio. Los dos partidos tenían hasta la medianoche del 30 de septiembre, al finalizar el año fiscal, para aprobar los fondos necesarios. Sin embargo, en el Senado, los republicanos solo consiguieron asegurar dos de los siete votos demócratas que necesitaban para aprobar una financiación provisional de siete semanas. De igual manera, la propuesta presupuestaria de los demócratas, que buscaba aumentar la financiación para la sanidad, fue rechazada en la Cámara Alta al no obtener los trece apoyos necesarios, confirmando el bloqueo total.
La situación actual, aunque solo afecte a servicios considerados no esenciales, puede escalar rápidamente. Un cierre del Gobierno prolongado podría comenzar a impactar funciones más vitales de la Administración central, lo que generaría un efecto de arrastre más severo en la economía y, por ende, en Wall Street. El miedo a una recesión o a un estancamiento del crecimiento económico, avivado por la incapacidad de los líderes políticos para llegar a un acuerdo básico de financiación, es lo que verdaderamente inquieta a los principales operadores e inversores del mercado bursátil.