
1 de Octubre del 2025.- La Casa Blanca ha hecho públicas unas fotografías que ofrecen un vistazo inédito a la tensa diplomacia detrás de bambalinas. Las imágenes capturan el momento exacto en que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se vio obligado a ofrecer una disculpa a Qatar por un ataque aéreo israelí en Doha. La disculpa fue facilitada, y claramente orquestada, por el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien sostuvo el teléfono en su regazo mientras Netanyahu leía, con la cabeza gacha, un texto preparado, evidenciando la alta presión ejercida por Washington para evitar una escalada regional.
Una Imagen Inédita de la Presión Diplomática
Las fotografías, difundidas por la Casa Blanca, muestran una escena singular en la Oficina Oval: el presidente Trump mirando fijamente a Netanyahu, quien sostiene una hoja de papel de la que parece leer la disculpa. Esta disculpa era necesaria para contener las graves tensiones generadas por el ataque israelí del 9 de septiembre en Doha, que cobró la vida de cinco personas, incluido el hijo de un alto oficial de Hamas. El incidente había puesto en peligro la frágil diplomacia de alto el fuego en Gaza, en la que Qatar, junto a Egipto, actúa como mediador clave.

Según el comunicado oficial de la Casa Blanca, Netanyahu expresó su “profundo pesar” por el ataque. Lo más relevante de su disculpa fue el reconocimiento explícito de que Israel “violó la soberanía de Qatar” al atacar al liderazgo de Hamas durante un periodo de negociaciones por los rehenes. Además, el primer ministro israelí se comprometió a que «Israel no llevará a cabo un ataque de este tipo en el futuro». Este compromiso fue un paso crítico para retomar la mediación y calmar la furia de Qatar, que había condenado el bombardeo como un «acto cobarde» y una violación flagrante del derecho internacional.
La llamada de disculpa no fue un acto de buena voluntad. Reportes previos indicaron que Trump se mostró «furioso» con Netanyahu por haber actuado unilateralmente, calificando el ataque de “poco sabio” y una acción que amenazaba con desestabilizar la región. Trump, al orquestar esta llamada trilateral durante la reunión del lunes con el líder israelí, buscó revertir la decisión de Qatar de distanciarse de los esfuerzos de mediación tras el bombardeo. La publicación de la foto subraya el nivel de coacción ejercido por Trump para forzar el arrepentimiento y salvar el proceso diplomático.

La imagen de Netanyahu ofreciendo una disculpa formal, con Trump como testigo visual, tiene un significado que trasciende el incidente específico. Históricamente, las interacciones en la Oficina Oval suelen mostrar a los líderes extranjeros en una posición de respeto mutuo o apoyo, pero nunca en un momento de humillación o disculpa pública forzada por un aliado incondicional. La difusión intencional de estas fotografías por la Casa Blanca no solo sirvió para tranquilizar a Qatar, sino también para enviar un mensaje a la región: que Trump estaba dispuesto a utilizar su influencia sin precedentes sobre Israel para preservar la estabilidad regional y sus propios objetivos diplomáticos.