
30-Septiembre-2025.-.Venezuela ha confirmado que el decreto de conmoción exterior será aplicado ante cualquier amenaza que comprometa la seguridad nacional. Para que esta orden tenga efecto, debe ser dictada por el presidente durante un Consejo de Ministros y publicada en la Gaceta Oficial. La medida, contemplada en la Constitución, tiene como objetivo proteger la soberanía y los intereses estratégicos del país frente a agresiones externas.
El presidente Nicolás Maduro ha propuesto la aplicación del decreto tras consultar al Consejo Nacional por la Soberanía y la Paz, integrado por diputados, autoridades regionales y locales, así como representantes de distintos sectores de la sociedad. Una vez dictada en el Consejo de Ministros, la conmoción exterior tendrá rango y fuerza de ley, con una duración inicial de 90 días y la posibilidad de extenderse por 90 días adicionales.
Este instrumento permite movilizar a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) en todo el territorio y tomar control de infraestructuras estratégicas como los servicios públicos, las industrias básicas y el sector de hidrocarburos. Además, contempla la activación de todos los planes de seguridad ciudadana y la participación de la Milicia Bolivariana en el sistema integrado de defensa, así como el cierre de fronteras terrestres, marítimas y aéreas.
Según explicó la vicepresidenta en un encuentro con el cuerpo diplomático, el decreto busca proteger la integridad territorial, la soberanía y los intereses estratégicos de la República frente a cualquier agresión externa. Caracas ha denunciado que el despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe, iniciado en agosto, tiene fines distintos a la lucha contra el narcotráfico, y lo considera un intento de apropiarse de los recursos naturales venezolanos.
Como valor agregado, expertos en defensa internacional señalan que la activación del decreto de conmoción exterior no solo fortalece la capacidad de respuesta militar inmediata, sino que también permite implementar mecanismos de coordinación con organismos internacionales para proteger infraestructuras críticas y garantizar la continuidad de los servicios esenciales. Esta estrategia busca minimizar los efectos de posibles ataques y mantener la estabilidad interna del país.