La cerveza Saint Arnold es uno de los orgullos más grandes de Houston, una ciudad que, por su clima caluroso, es un lugar ideal para refrescarse con una de estas bebidas: ya sea en un juego de los Astros o en alguno de sus excelentes bares o restaurantes de BBQ.
La dulce y fuerte Juicy IPA, la tropical Banger IPA y la extravagante Art Car IPA, las cuales forman parte de las 12 cervezas que se venden durante todo el año, son una auténtica maravilla que solo podríamos comparar con la Goose Island de la ciudad de Chicago o la Sierra Nevada de California.
Claramente tomarse una Saint Arnold es una de las cosas que debes hacer en Houston y hay una atracción indispensable que debes incluir en tu próximo viaje en la ciudad: su enorme Beer Garden y su fábrica de cervezas en el centro de Houston.
El Beer Garden de Saint Arnold
El Beer Garden de Saint Arnold no solo es uno de los más grandes que hemos visto, sino que también tiene una enorme variedad de cervezas: nosotros logramos ver cerca de 20, incluidas algunas que solo se venden en ciertas temporadas del año.
El espacio abierto es ideal para pasar un buen rato con los amigos. Además, es muy cómodo, ya que hay un montón de sillas y mesas, así como un ventilador gigante y varios espacios de sombra para combatir el calorón.
El lugar tiene un horario bastante flexible: abre a las 11 de la mañana y cierra a las 10 de la noche, esto es prácticamente todos los días menos viernes y sábado, los cuales se extienden hasta las 11pm.
El Beer Garden de Saint Arnold es tan agradable que bien podríamos llevar nuestra computadora y trabajar un rato con una buena cerveza en la mano, lo cual nos dejó pensando que es un lugar súper chill que puede caer como anillo al dedo para múltiples planes.
Un templo dedicado al arte de elaborar cerveza
Aquí mismo se elaboran las bebidas, se realizan eventos especiales en un salón privado y también se encuentra un restaurante en forma de capilla, el cual está decorado con murales que hacen referencia a Saint Arnold, el santo patrono de la cerveza.
Las alitas, sandwiches, papas y ensaladas están realmente increíbles. Las porciones son bastante grandes al mero estilo Texas y su presentación es inmejorable.
En fin, la experiencia en general que brinda Saint Arnold vale mucho la pena, tanto que a la salida hay una tienda de recuerdos donde se venden playeras y pines para nunca olvidar este paraíso de los cerveceros.
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