
Jennifer López ha confirmado que atravesó un momento muy duro tras su separación de Ben Affleck, describiéndolo en una reciente entrevista como uno de los periodos más difíciles de su vida. A poco más de un año desde que presentó la demanda de divorcio en agosto de 2024, la cantante y actriz reflexiona sobre las heridas emocionales, pero también sobre el crecimiento personal que emergió de esa crisis. La actriz admite que lidiar con la fama y el desmoronamiento de una relación tan mediática fue una carga: “Era difícil”, comentó, resaltando que lo que vivió le cambió de forma fundamental.
Durante las filmaciones de Kiss of the Spider Woman, López encontró un refugio: el trabajo se convirtió en su salvavidas emocional. En pantalla, mostraba una versión llena de energía; fuera de los estudios, se enfrentaba a la tormenta interior. “Cada momento en el set me llenaba de felicidad, pero al volver a casa estaba rota”, confesó. En ese contraste constante, buscaba cómo armonizar su mundo profesional con su universo íntimo. Para ella, este proyecto cinematográfico representó algo más que un papel: fue un impulso hacia la transformación personal.
Origen de la relación renovada
Desde sus inicios, la relación entre López y Affleck ha sido ampliamente documentada. Apodados “Bennifer” en los primeros años del siglo XXI, comenzaron un vínculo que fue truncado por el exceso mediático. Después de intentar casarse en 2003 y separarse poco después, la pareja decidió volver a acercarse décadas después, casándose en 2022. Sin embargo, para agosto de 2024, la cantante solicitó el divorcio, que se oficializó en enero de 2025. Affleck calificó la separación como algo natural, sin escándalo aparente, mientras López enfatiza que decidió enfocarse en la luz que pudo sacar de la experiencia.
Lo más irónico es que su rol más relevante tras la ruptura está vinculado al proyecto del ex: Kiss of the Spider Woman es producido por Artists Equity, la compañía de Affleck y Matt Damon. A pesar de ello, López no ha dejado que ese hecho determine su narrativa personal. En la entrevista aseguró que es justo reconocer el papel que tuvo su ex en ese proyecto, pero que ella no se queda anclada en el pasado. Lo que le deja ese trabajo va más allá del crédito: le otorga propósito, sentido y renovación artística.
Entre el reconocimiento y la serenidad
La película ha sido recibida con elogios desde festivales como Sundance, e incluso se ha generado cierto bombo en torno a una posible nominación al Oscar para López. Sin embargo, ella ha dicho que ya no vive condicionada por la validación externa. “Es hermoso estar en la conversación”, dijo, “pero me di cuenta de que no lo necesito como creía cuando era más joven”. Este equilibrio entre ambición y calma interior demuestra que está recuperando su centro con madurez y autoconfianza.
A un año del desenlace de su matrimonio, López trabaja en construir un nuevo capítulo. Con una gira concluida, una cinta llena de repercusión y una nueva versión de sí misma, está en un punto de inflexión. En lugar de aferrarse al dolor, prefiere usarlo como peldaño para reiniciar su camino. En un mundo donde las separaciones mediáticas suelen polarizar a las celebridades, ella opta por hablar desde la vulnerabilidad, dejando claro que cuando la crisis se mira con ojo crítico y constructivo, puede ser el inicio de una nueva etapa.