
El pasado 29 de septiembre, Madrid vivió una noche mágica cuando la Plaza de Callao se transformó en el escenario de un evento que conectó en directo con París y proyectó las tendencias más poderosas del maquillaje otoño‑invierno 2025. Bajo ese manto lumínico, desfilaron rostros como Eva Longoria, Kendall Jenner y Ana Milán, cada uno con propuestas que prometen imponerse esta temporada. Desde el regreso de los tonos café hasta la frescura pastel del rubor, el maquillaje dejó de ser solo un accesorio estético para convertirse en un discurso de empoderamiento femenino colectivo.
La pasarela híbrida entre París y Madrid no se centró únicamente en la estética. Fue una expresión de sororidad, de identidad compartida entre mujeres que se pintaban frente al espejo y soñaban con formar parte de algo más grande. Este enfoque social del maquillaje —como forma de expresión política y emocional— marcó una diferencia clara frente a los shows tradicionales, invitando al público a verse reflejado y comprendido en cada trazo. En lugar de imponer estándares, celebró la diversidad de rostros, colores de piel y estilos personales.
Ana Milán y el poder del clean look
Ana Milán, representante de España, emergió con un maquillaje limpio y restaurador: base tipo sérum que aporta jugosidad, piel luminosa pero contenida. Su sello: labios rojo mate profundo, un gesto que no solo embellece, sino que también declara una presencia fuerte y definida. Ella demostró que no hacen falta excesos para destacar; con simplicidad e intención se dibuja una identidad. Este estilo, ya denominado clean look, es la apuesta para quienes buscan elegancia discreta, fresca, y auténtica ante la saturación de filtros y maquillaje pesado.
Eva Longoria y el retorno del latte makeup
Eva Longoria apareció con una armonía de tonos café suaves, contornos tenues y un acabado que simulaba piel dorada por el sol. La técnica del “overlined lip” —delinear los labios más allá de su contorno natural— aportó volumen, mientras un nude cremoso fortaleció el efecto final. Esa versión “latte” del maquillaje muestra que los tonos neutros pueden ser intensos sin perder suavidad. Es ideal para transicionar del día a la noche sin sacrificar coherencia ni sofisticación. Este estilo, que muchos considerarían neutro, adquiere fuerza al convertirse en un lienzo personal con dosis de carácter.
Kendall Jenner y el encanto del guava blush
Para cerrar esta trilogía de propuestas, Kendall Jenner sorprendió con un rubor melocotón intenso que inundaba el rostro de un brillo juvenil, como un “zumo de guayaba” que transmite jugosidad natural. Sus labios glossy en la misma gama suavizaban el contraste entre piel y color, reforzando la idea de que el maquillaje también puede jugar con tendencias más ligeras y frescas. La coreografía visual entre rubor y vino en el labio sugirió que menos puede ser más, y que la ligereza también tiene un lugar central en la paleta de temporada.
Este desfile no solo presentó fórmulas y tonos; reveló intenciones: maquillarse no para ocultar, sino para celebrar lo propio, para aparecer con fuerza consciente. Esa, quizá, es la verdadera revolución beauty: elegir el tipo de expresión estética que más nos representa. Y para quienes ya desean adelantarse, aquí va un valor agregado crítico: estas tendencias pueden adaptarse a diferentes edades y tipos de piel si se usan con propósito. Un rojo mate no debe ser prohibido para piel madura, ni un rubor suave es exclusivo de pieles jóvenes. La clave está en la intensidad, el punto de aplicación y el balance correcto entre piel, labios y mejillas.