
El PAN Quintana Roo vivió este fin de semana elecciones internas que dejaron al descubierto la derrota de Reyna Tamayo, actual dirigente estatal, quien perdió municipios estratégicos frente a la oposición interna. Su conducción ha sido duramente criticada por su actuar entreguista hacia gobiernos de otros partidos, lo que generó un profundo descontento entre militantes y simpatizantes.
Una dirigencia debilitada y cuestionada
Aunque la dirigencia de Reyna Tamayo logró conservar Isla Mujeres, José María Morelos, Othón P. Blanco (Chetumal), Solidaridad (Playa del Carmen) y Benito Juárez (Cancún), su control se muestra cada vez más frágil.
Diversos militantes señalan que estas victorias no se deben a su liderazgo, sino a acuerdos internos y al desánimo de la militancia que en muchos casos prefirió abstenerse.
En conferencias de prensa, incluso reporteros han increpado directamente a la dirigente por su entreguismo político, cuestionándole su cercanía con actores ajenos al PAN y la falta de firmeza en la defensa de los principios panistas.
La oposición interna gana terreno en municipios clave
La inconformidad se reflejó en las urnas internas. La oposición panista avanzó con fuerza en Bacalar, Felipe Carrillo Puerto, Tulum, Cozumel y Lázaro Cárdenas.

Estos triunfos son leídos como un voto de castigo a la dirigencia estatal de Reyna Tamayo, pues las planillas opositoras se presentaron como alternativas auténticas frente a un liderazgo debilitado y alejado de la militancia.
En Puerto Morelos no se realizaron elecciones, al no contar con un comité directivo formal, lo que dejó a la militancia sin participación.
PAN Quintana Roo entre la división y la renovación
Los resultados muestran un PAN Quintana Roo dividido y en plena recomposición. Reyna Tamayo conserva el control en algunos de los municipios más grandes, pero cada vez enfrenta más rechazo por su política de complacencia y su aparente falta de independencia frente al oficialismo. Por otro lado, la oposición interna crece con fuerza, respaldada por bases militantes que exigen congruencia, autonomía y una verdadera representación ciudadana.

🚨 Un liderazgo agotado y bronca interna 🔥
La derrota de Reyna Tamayo no es solo electoral, sino política y moral. Cada vez son más las voces que consideran que su permanencia al frente del partido es insostenible, pues el costo de su conducción entreguista ha sido la pérdida de confianza de la militancia y el debilitamiento de la identidad panista en el estado.
El mensaje de las urnas internas es claro: el PAN Quintana Roo exige un cambio de rumbo y no está dispuesto a seguir bajo la sombra de un liderazgo que ya no representa la fuerza, la independencia ni los valores que alguna vez le dieron competitividad.