27 DE SEPTIEMBRE DEL 2025 – NACIONAL. Una ola de intensas lluvias ha golpeado a seis estados del país, dejando a su paso serias afectaciones que incluyen deslaves, inundaciones, vehículos varados y la caída de árboles. Morelos, Nayarit, estado de México, Tamaulipas, Nuevo León y Sinaloa fueron las entidades que reportaron daños significativos antenoche y durante la madrugada. La gravedad de la situación obligó a las autoridades a movilizar cuerpos de emergencia y a activar el Plan DN-III-E del Ejército, en un esfuerzo coordinado para mitigar los estragos de las lluvias torrenciales y apoyar a la población damnificada en las zonas más afectadas.
Morelos: Inundaciones y Respuesta Militar al Desastre
Morelos se encuentra entre los estados más perjudicados, con 12 municipios con afectaciones. El municipio de Zacatepec experimentó anegaciones de hasta un metro de altura, dañando cerca de 140 viviendas en colonias como Lázaro Cárdenas. Ante la emergencia, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) activó de inmediato el Plan DN-III-E, contando con el apoyo de la Marina, la Guardia Nacional (GN) y la Comisión Nacional del Agua (Conagua). En Coatetelco, la fuerza de las lluvias desbordó la barranca Felipe Ángeles, provocando el derrumbe de la barda de una escuela del Conafe y daños a siete tumbas en el panteón municipal.
El gobierno de Morelos también puso en marcha un operativo estatal que involucró a Protección Civil, Servicios de Salud y el DIF, demostrando un esfuerzo multisectorial para atender la contingencia. Sin embargo, los daños se extendieron a otros municipios como Cuautla, donde calles y casas resultaron perjudicadas, y Yecapixtla, donde se reportó la formación de socavones. La afectación por las lluvias también alcanzó tramos carreteros, como la México–Oaxaca en Jantetelco, donde el agua se acumuló en dirección a Cuautla.
Nayarit y el Norte se Inundan; Escuelas Cierran en Sinaloa
En Nayarit, la fuerza de las lluvias causó el desbordamiento de ríos y arroyos. El arroyo La Viejita se salió de su cauce e inundó sectores como El Mazatlancito e Invinay en Acaponeta, obligando al ayuntamiento a habilitar tres albergues para trasladar a al menos una docena de familias damnificadas. En San Blas, la intensidad de las precipitaciones provocó el desgajamiento de un cerro, bloqueando por completo el andador Malpaso y obligando a restringir la circulación en la zona turística.
El impacto de las lluvias también se sintió con fuerza en el norte del país. Nuevo Laredo, Tamaulipas, registró casi cinco pulgadas de precipitación en pocas horas, causando encharcamientos graves, caída de árboles y el cierre del paso a desnivel Anáhuac. En Nuevo León, la zona metropolitana de Monterrey vio crecida de ríos y arroyos; un recién nacido y otra persona fueron rescatados de un domicilio anegado y de un arroyo, respectivamente. En Sinaloa, la Secretaría de Educación optó por la prudencia y suspendió clases en el turno matutino en Culiacán, Navolato, Eldorado y Elota, por el riesgo de las lluvias y el desbordamiento del arroyo Jabalíes en Mazatlán.
En el estado de México, las fuertes lluvias afectaron principalmente el Valle de Toluca. En Lerma, decenas de viviendas en Pueblo Nuevo Tlalmimilolpan y San Pedro Tultepec se anegaron, con el tirante de agua alcanzando hasta 60 centímetros en varios puntos. La situación se complicó por la insuficiencia del drenaje en San Pedro Tultepec. La policía estatal tuvo que utilizar vehículos anfibios para evacuar a la gente, aunque muchos residentes se negaron a dejar sus hogares por temor a actos de rapiña, evidenciando una crisis de seguridad que se suma al desastre natural.
Las inundaciones reportadas en el estado de México, particularmente en Lerma y San Pedro Tultepec, revisten una preocupación adicional debido a su ubicación adyacente al Río Lerma. Esta zona es una cuenca crítica con un drenaje históricamente insuficiente, lo que incrementa la vulnerabilidad ante eventos de lluvias extraordinarias. La saturación de los drenajes y la anegación de casas a lo largo del río no solo se deben a las precipitaciones recientes, sino a un problema estructural de la gestión hídrica en el Valle de Toluca. La repetición de este patrón de inundaciones en la autopista Lerma-Tenango subraya la urgencia de proyectos de infraestructura de control de inundaciones más allá de la respuesta de emergencia.
