
26 SEPTIEMBRE 2025-NACIONAL- La FES Acatlán de la UNAM se convirtió en el centro de atención tras registrarse una violenta riña dentro de sus instalaciones, donde tres hombres, exalumnos de la institución, fueron detenidos y trasladados al Ministerio Público. Los implicados, identificados como Antonio “N” y Diego “N” de 27 años, y José Guillermo “N” de 33, enfrentan cargos por lesiones y delitos contra la salud, luego de que se les asegurara hierba verde seca y un bóxer metálico.
Seguridad en la FES Acatlán bajo cuestionamientos
De acuerdo con la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, la pelea se originó en el edificio A1, donde dos de los involucrados comenzaron con insultos verbales que rápidamente escalaron a los golpes. Antonio “N” portaba un objeto contundente, lo que elevó la gravedad de la confrontación. La institución activó de inmediato su protocolo de seguridad interna, contando con el apoyo de su personal de vigilancia y de la policía municipal.
En redes sociales circularon videos que mostraron a las autoridades universitarias conduciendo a los tres detenidos hacia el estacionamiento, contiguo a una zona comercial, donde finalmente fueron entregados a elementos de seguridad pública. Aunque algunos usuarios señalaron que uno de los involucrados presentaba manchas de sangre en la ropa, la FES Acatlán aclaró que ninguno de los implicados resultó con heridas de consideración.

Críticas al manejo de la violencia en espacios universitarios
Este hecho vuelve a encender las alarmas sobre la seguridad dentro de los planteles universitarios, especialmente en espacios de la UNAM que en años recientes han enfrentado problemas de violencia y narcomenudeo en sus inmediaciones. El hallazgo de supuesta marihuana en posesión de los detenidos abre la discusión sobre la presencia de drogas en campus universitarios y el nivel de supervisión que debe implementarse para evitar estos escenarios.
Cabe destacar que la FES Acatlán había reforzado su seguridad tras incidentes previos relacionados con enfrentamientos y protestas estudiantiles, lo que pone en evidencia la necesidad de revisar la efectividad de dichos protocolos. Expertos en temas educativos subrayan que, más allá de la vigilancia, se requieren programas integrales de prevención de adicciones y resolución pacífica de conflictos dentro de las universidades.
La comunidad universitaria expresó preocupación en foros y redes sociales, pidiendo mayor claridad en los comunicados institucionales. Mientras algunos estudiantes reconocieron la rapidez con la que actuó la vigilancia interna, otros consideran que la información oficial fue insuficiente y que se intenta minimizar un hecho grave que afecta la imagen de la institución.

El caso ahora está en manos de la Fiscalía de Naucalpan, donde se abrió una carpeta de investigación. Se espera que en las próximas horas se determine la situación jurídica de los tres exalumnos, quienes podrían enfrentar sanciones que van desde multas hasta penas más severas si se confirma la portación de drogas y objetos prohibidos.