26 DE SEPTIEMBRE DEL 2025 – NACIONAL. La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se encuentra sumida en una ola de movilizaciones estudiantiles que han intensificado el paro de actividades en múltiples planteles. Hasta la noche de este jueves, un total de 12 facultades, colegios y preparatorias mantenían algún tipo de suspensión académica o administrativa. Esta movilización se da en un contexto de profundo dolor, tras el reciente asesinato de un alumno del CCH Sur, y la cercanía de dos fechas históricas de protesta: el 26 de septiembre, aniversario de la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa, y el 2 de octubre, conmemoración de la masacre de Tlatelolco.
Modalidades de la Suspensión de Actividades
El paro ha adoptado diversas modalidades, reflejando las decisiones autónomas de cada asamblea estudiantil. Las Facultades de Filosofía y Letras y la de Artes y Diseño (FAD) en Xochimilco, por ejemplo, aprobaron un paro total de actividades, incluyendo evaluaciones, trámites y prácticas, con una duración que se extiende hasta el 3 de octubre. La Facultad de Trabajo Social adoptó una medida similar para su sistema presencial. Por otro lado, la Facultad de Ciencias y la de Música optaron por un paro activo durante los días 26 de septiembre y 2 de octubre, lo que implica sumarse a las movilizaciones sin detener completamente las actividades.

El CCH y el sistema de preparatorias también han reportado suspensión de actividades. El CCH Oriente declaró un paro total en solidaridad con la comunidad del CCH Sur. En el CCH Azcapotzalco, se anunció la suspensión académica para este viernes 26 de septiembre. Las Escuelas Nacionales Preparatorias (ENP) 2 y 5 implementaron una medida particular: sus comunicados oficiales informan que durante los días clave de movilización, las clases se llevarán a cabo sin pase de lista ni evaluaciones, con el fin explícito de permitir que el alumnado se integre a las jornadas de conmemoración y protesta.
Las motivaciones de la movilización estudiantil son dobles y confluyen en el ambiente universitario. Por un lado, existe un sentimiento de duelo y exigencia de seguridad derivado del asesinato de Jesús Israel “N”, estudiante de 16 años del CCH Sur. La UNAM, a través de su Gaceta, ha expresado su luto y ha anunciado la revisión de protocolos de seguridad para garantizar espacios libres de violencia dentro de sus instalaciones.
Por otro lado, el paro está fuertemente marcado por las fechas conmemorativas. El 26 de septiembre se recuerda el décimo primer aniversario de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, un evento que cada año genera una de las protestas más importantes a nivel nacional. A esto se suma la conmemoración de la masacre estudiantil del 2 de octubre en Tlatelolco. La solidaridad con estas causas históricas es un motor fundamental para el paro estudiantil que atraviesa a la máxima casa de estudios.

Este panorama de suspensión de actividades subraya la capacidad de la comunidad universitaria para movilizarse en respuesta a la inseguridad interna y a las exigencias de memoria histórica y justicia. Facultades como Ciencias Políticas y Sociales, Enfermería y Obstetricia, FES Aragón, y Música, junto con otros colegios, han definido sus posturas, dejando en claro que el estudiantado busca activamente generar un cambio. La confluencia de duelo y conmemoración hace de esta una de las movilizaciones más complejas y simbólicas de los últimos años.







