26 DE SEPTIEMBRE DEL 2025 – NACIONAL. La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo reconoció públicamente que el Gobierno Federal mantiene adeudos significativos con las empresas del sector farmacéutico, una deuda que, según la industria, asciende a unos alarmantes 40 mil millones de pesos acumulados desde el año 2019. Esta admisión se produce en medio de una urgencia por parte de las farmacéuticas para que la administración federal salde estos pasivos, los cuales impactan directamente en la operación y el flujo de capital de estas compañías. La presidenta se comprometió desde Palacio Nacional a honrar la deuda, aunque advirtió que el cumplimiento de los pagos estará ligado al desempeño de las empresas.
La Jefa del Ejecutivo dejó en claro que su administración no tiene «ningún problema para pagar los adeudos«, y confirmó que se está llevando a cabo una revisión exhaustiva de las cifras. La intención es establecer un plan de acción y pagos, especialmente para los adeudos correspondientes al año 2024, que aún están en proceso de liquidación. La presidenta Sheinbaum aseguró que hay pláticas en curso con todas las empresas farmacéuticas involucradas para definir la manera en que se irán saldando estos compromisos financieros y normalizar la relación con la industria.

Exigencia de Entrega y Cumplimiento de Contratos
A pesar del compromiso de pago, la presidenta fue muy clara al señalar que las empresas tienen la obligación de cumplir con los términos y tiempos de entrega de los medicamentos establecidos en los contratos de compra. Sheinbaum recordó que el Gobierno, a su vez, también ha enfrentado incumplimientos por parte de la industria en el suministro de fármacos. Dejó en claro que, al ganar un concurso para la compra de una clave de medicamento, la empresa adquiere un compromiso de entrega, el cual debe respetarse, sin importar si existen adeudos anteriores.
Esta advertencia es vital, pues Sheinbaum subraya que el pago y el cumplimiento son una vía de doble sentido. Según la presidenta, «quien gana el concurso se compromete a entregar el medicamento, esto a pesar de alguna deuda que haya en el pasado». Este enfoque busca desvincular el pasado financiero del cumplimiento actual de los contratos de suministro, asegurando así la disponibilidad de medicamentos para la población, un tema de salud pública que no puede quedar condicionado por disputas comerciales o adeudos.

La falta de pago no solo afecta a las farmacéuticas, sino que genera una cadena de desabasto que llega directamente a los pacientes. Cuando el Gobierno acumula adeudos, las farmacéuticas reducen la producción, dejan de surtir o priorizan otros mercados, lo que se traduce inevitablemente en la falta de inventario de medicamentos clave en hospitales y farmacias públicas. Por lo tanto, el compromiso de pago de Sheinbaum es visto por la industria y los pacientes no solo como una obligación financiera, sino como una medida esencial para restaurar la confianza y garantizar el abasto efectivo y oportuno de medicinas en el país.







