
25 de Septiembre del 2025.- El gobierno de Cuba ha marcado una línea clara y definitiva respecto a su participación en un hipotético conflicto armado entre Estados Unidos y Venezuela. A través de su vicecanciller, Carlos Fernández de Cossío, la isla caribeña aseguró que su respaldo al régimen de Nicolás Maduro se mantendrá en el ámbito político, descartando cualquier tipo de intervención militar. Esta declaración surge en un momento de máxima tensión, con un despliegue naval estadounidense en el Caribe y una retórica cada vez más dura por parte de Washington hacia Caracas, lo que pone a prueba las alianzas estratégicas en la región latinoamericana.
El límite del respaldo cubano
Durante una entrevista con el periodista Mehdi Hasan de Zeteo News, el vicecanciller cubano fue presionado para definir el alcance del apoyo de La Habana. Ante la pregunta directa sobre si Cuba se involucraría militarmente en una eventual guerra entre Venezuela y Estados Unidos, Fernández de Cossío fue enfático: «No vamos a entrar en guerra con Estados Unidos». Reiteró que su país ofrecerá «todo su apoyo a Venezuela», pero especificó que este sería de naturaleza política. La insistencia del comunicador buscaba una respuesta concreta, pero el diplomático se mantuvo firme en su postura, evitando comprometer a su nación en un escenario bélico.
Esta posición fue remarcada cuando el periodista insistió: “Elegiste tus palabras con cuidado. Apoyo político. ¿No se involucrarán militarmente para apoyar a Venezuela?”, a lo que el funcionario del gobierno de Miguel Díaz-Canel contestó con una frase que busca cerrar el debate: ”Esa es una pregunta muy peligrosa. No vamos a entrar en guerra con Estados Unidos”. La declaración evidencia una estrategia de prudencia por parte de Cuba, que busca proteger sus propios intereses sin abandonar a su principal aliado en el continente, marcando una distancia considerable respecto a una implicación armada directa en caso de agresión.

Críticas a la presencia estadounidense en el Caribe
Fernández de Cossío también aprovechó la oportunidad para criticar las acciones y el discurso de la administración estadounidense, calificando como «muy preocupante» la retórica que amenaza la estabilidad de toda la región. Según el vicecanciller, la postura de Washington no solo es un riesgo para Venezuela, sino para todo el continente, ya que podría desencadenar una crisis con una «gran pérdida de vidas». Su análisis subraya que la actitud amenazante es irresponsable y eleva la tensión en un área ya de por sí volátil, mientras que Cuba intentará no ser parte de una escalada militar.
El funcionario cubano también desestimó el argumento de Estados Unidos para justificar su presencia naval en el Caribe: la lucha contra el narcotráfico. Fernández de Cossío afirmó de manera contundente que “todo el mundo sabe que (el narcotráfico) no viene de Venezuela”, sugiriendo que las operaciones del Pentágono son un pretexto para ejercer presión militar sobre el gobierno de Maduro. Al ser consultado sobre si mantendrían una posición neutral en caso de una guerra, el diplomático insistió en la misma idea: «Cuba brindará todo su apoyo político», confirmando la línea de no intervención militar que La Habana busca sostener.