25 DE SEPTIEMBRE DEL 2025 – NACIONAL. La muerte de Paloma Nicole Arellano Escobedo, una adolescente de 14 años, tras complicaciones presuntamente derivadas de un procedimiento de implantes mamarios, ha puesto bajo el reflector la regulación de las cirugías estéticas en México. La Fiscalía General del Estado de Durango investiga el lamentable suceso ocurrido el pasado sábado 20 de septiembre. El caso ha generado una ola de cuestionamientos sobre si la ley mexicana establece una edad mínima para que los menores puedan someterse a este tipo de intervenciones y, de no ser así, cuáles son los lineamientos éticos y médicos que rigen la práctica profesional.
La Regulación Legal y Ética: “Cada Paciente es Único”
Un punto clave, según el cirujano plástico certificado Juan Manuel Chaparro, es que la ley mexicana no fija un límite de edad para realizar cirugías estéticas. Sin embargo, la ausencia de una restricción legal no implica un «pase libre». El especialista explicó que las consideraciones médicas y éticas son las que deben prevalecer, ya que «cada caso es único» y requiere un análisis profundo. En sus palabras, no hay una «receta de cocina» que determine una edad fija, sino que se deben analizar todos los elementos clínicos, psicológicos y sociales antes de autorizar cualquier procedimiento de cirugía.

El argumento de que no existe una edad mínima fija se basa en la individualidad de cada paciente. El cirujano Chaparro, hablando a título personal, destacó que los motivos para recurrir a una cirugía plástica son diversos y varían desde la corrección de un labio leporino en un bebé, que es reconstructiva, hasta la reducción mamaria (macromastia o hipertrofia mamaria) en una adolescente. Esta última es una condición de crecimiento excesivo que puede generar problemas físicos como molestias y mala postura, justificando una intervención incluso en la adolescencia, y distinguiéndose de una cirugía puramente cosmética.
Para el caso específico de adolescentes y menores de edad, el acompañamiento profesional se vuelve indispensable para la práctica de cualquier cirugía. Chaparro precisó que la decisión debe ser evaluada no solo por el médico tratante, sino también por especialistas en salud mental, como psiquiatras y psicólogos. Esta valoración multidisciplinaria busca asegurar que el paciente tenga la madurez emocional suficiente para tomar la decisión y enfrentar el proceso. Esta exigencia ética, aunque no siempre obligatoria por ley, es vital dada la «inestabilidad emocional e inmadurez propia de su etapa de desarrollo», como lo señala un artículo de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (Conamed) de 2023.

El Papel Crucial del Consentimiento en las Cirugías
Pese a que no hay una edad mínima legal para las cirugías estéticas, la Ley General de Salud sí es clara en un aspecto fundamental: los menores de edad no pueden otorgar su consentimiento por sí mismos. En cualquier tipo de procedimiento médico o quirúrgico, la autorización formal debe ser dada por los padres, tutores o representantes legales del menor. Además, la ley exige que, si bien la opinión del adolescente debe ser considerada, esta no puede sustituir la firma de un adulto responsable. El especialista Chaparro fue enfático al afirmar que «si no existe un consentimiento informado, ningún cirujano plástico certificado va a tocar a un paciente», un requisito legal ineludible en el ámbito de las cirugías.