
25 de Septiembre del 2025.- En un movimiento diplomático que generó revuelo, el presidente chileno, Gabriel Boric, anunció durante su discurso en la Asamblea General de la ONU la postulación de la ex presidenta Michelle Bachelet como candidata a la Secretaría General del organismo. La noticia, recibida con entusiasmo por la propia Bachelet, marca un hito en la historia de la organización, que en sus 80 años de existencia nunca ha sido liderada por una mujer. La exmandataria calificó la propuesta como “un honor” y reafirmó su compromiso con el multilateralismo y los valores de Naciones Unidas, destacando el rol fundamental que la institución desempeña en la búsqueda de la paz global.
La propuesta de Boric, con Bachelet presente en la sala, buscó destacar la amplia trayectoria de la exmandataria, que combina su experiencia como Jefa de Estado en Chile con un destacado liderazgo en el ámbito internacional, incluyendo su rol como Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Boric aseguró que la candidatura para la ONU de Bachelet no solo es coherente con los valores de la organización, sino que también es un paso necesario para reflejar los avances del mundo en materia de equidad de género. Según el mandatario, tener a una mujer al mando de la ONU no solo sería un símbolo, sino una realidad que demostraría que no hay espacios vetados para ellas.

Un respaldo con matices y otras candidatas
Si bien Boric afirmó que “todo Chile respalda su candidatura para la ONU”, la realidad política interna es más compleja. En los días previos al anuncio, representantes de la ultraderecha y de la derecha tradicional chilena habían expresado sus reticencias a apoyar a la exgobernante. La postulación de Bachelet, por lo tanto, se produce en medio de un escenario de divisiones políticas internas, lo que podría generar debates en el futuro. A pesar de estas tensiones, el anuncio público en la Asamblea General de la ONU le da un peso significativo a la propuesta y la pone en la mesa de discusión internacional.
A nivel internacional, el nombre de Bachelet no es el único que suena para suceder a António Guterres. Otras candidatas, también con perfiles muy relevantes, se perfilan como fuertes contendientes. Entre ellas se encuentran la ex vicepresidenta de Costa Rica, Rebeca Grynspan, quien actualmente es secretaria general de la UNCTAD y goza de mayor simpatía por parte de Estados Unidos, y la primera ministra de Barbados, Mia Mottley. Esta diversidad de candidatas de alto nivel demuestra el interés de la comunidad internacional en que una mujer ocupe el cargo por primera vez.
El mandatario concluyó que la ex presidenta tiene la capacidad de “gobernar, negociar, sanar y escuchar”, cualidades que son esenciales en tiempos de fragmentación y desconfianza global. Su candidatura para la ONU se presenta como una oportunidad para que el organismo se convierta nuevamente en un espacio de “encuentro, de soluciones y de esperanza activa para el mundo entero”, según las palabras de Boric.
El nombramiento de la próxima Secretaría General de la ONU en 2026 sigue un proceso de selección que se ha vuelto más transparente en años recientes. Aunque la decisión final recae en la Asamblea General por recomendación del Consejo de Seguridad, desde 2016 se exige que los candidatos presenten su visión en audiencias públicas ante la Asamblea. Esto da a los Estados miembros y al público la oportunidad de conocer a los aspirantes. El rol de la candidatura para la ONU es de suma importancia, y su elección no solo depende de su trayectoria, sino también del equilibrio geopolítico y el consenso entre los miembros permanentes del Consejo de Seguridad, lo que hace que la postulación de Bachelet sea un tema de debate y negociaciones en los próximos meses.