
La lucha contra la explotación humana tiene un día clave de conmemoración: el 23 de septiembre. Esta fecha, establecida en enero de 1999 por la Conferencia Mundial de la Coalición contra el Tráfico de Personas, busca generar conciencia sobre un crimen que se ha convertido en el negocio transnacional más lucrativo, solo superado por el tráfico de drogas y de armas. El objetivo es denunciar la explotación sexual, el trabajo forzado y la venta de órganos, males que afectan principalmente a mujeres, niñas y niños.
Las víctimas de este atroz delito son sometidas a la privación de su libertad, violencia, abuso sexual y otros tratos crueles e inhumanos. Este día nos recuerda la urgencia de actuar y de unir esfuerzos para detener la compraventa de seres humanos que son utilizados como mercancía.
La Vulnerabilidad como Principal Riesgo
El Día Internacional contra la Explotación pone de manifiesto que las personas más vulnerables a la trata de personas son las mujeres, las niñas, los niños, y las personas migrantes o refugiadas. En México, condiciones como la pobreza, el hambre, el desempleo y la discriminación de género crean un caldo de cultivo para estos crímenes. Es crucial abordar estas problemáticas sociales si queremos erradicar la explotación humana.






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