
Un hallazgo macabro sacudió la tranquilidad de Bacalar, Quintana Roo, cuando las autoridades encontraron el cuerpo sin vida de un hombre en una brecha cercana a la Estación del Tren Maya. El cadáver presentaba claros signos de violencia y, según la primera información, podría estar relacionado con actividades del crimen organizado en la zona. El lamentable suceso ocurrió en el tramo carretero estatal Reforma-Bacalar, un área que forma parte de la ruta del proyecto insignia de infraestructura del país.
El hallazgo se realizó en la tarde del 22 de septiembre, luego de una llamada de emergencia alertando sobre la presencia de un cuerpo en estado de descomposición. Al llegar, la Policía Municipal de Bacalar confirmó el reporte. Junto al cuerpo, que tenía lesiones visibles en el cuello, se encontró una motocicleta. Este vehículo, de la marca Bajaj, estaba registrado supuestamente a nombre de Kevin Alexander Dzul Hernández, un hombre que había sido reportado como desaparecido días antes.
Mensajes y Posibles Vínculos con el Crimen Organizado
Junto al cadáver se encontró una cartulina con amenazas explícitas, lo que refuerza la teoría de un ajuste de cuentas. El mensaje estaba dirigido a varias personas y hacía referencia a disputas territoriales en la zona sur de Quintana Roo. Además, mencionaba la ejecución de una persona apodada “K23” en la ribera del río Hondo, en el municipio de Othón P. Blanco. Estos elementos sugieren un posible vínculo con el crimen organizado.

La presencia de este tipo de mensajes violentos y el modus operandi del homicidio indican que la violencia ligada al crimen organizado se está manifestando en áreas cercanas a proyectos de gran envergadura como el Tren Maya. La Fiscalía General del Estado ha incautado tanto la cartulina como la motocicleta para continuar con las investigaciones y esclarecer los hechos.
Las autoridades ministeriales, junto con peritos criminalistas y agentes de investigación, acudieron al lugar para realizar las diligencias correspondientes y el levantamiento del cuerpo. El cadáver fue trasladado al Servicio Médico Forense para la necropsia, un procedimiento clave para confirmar la identidad del occiso. El hombre vestía playera negra y pantalón de mezclilla azul, y se encontró que tenía un tatuaje de una luna en el pectoral derecho, una descripción que coincide con la ficha de búsqueda de Kevin Alexander Dzul Hernández.
El hallazgo de un cuerpo cerca de la ruta del Tren Maya no solo es un acto de violencia aislado, sino que también pone de manifiesto una problemática más profunda: la seguridad en las zonas de desarrollo económico. El auge en la construcción y la afluencia de personas y recursos que trae consigo un proyecto como este, a menudo atrae también a grupos delictivos que buscan controlar las nuevas economías ilícitas. La seguridad en las inmediaciones del Tren Maya se vuelve un reto crucial para las autoridades, que deben garantizar no solo la operatividad del proyecto, sino también la seguridad de los habitantes y trabajadores de la zona.


