
Camila Sodi, actriz mexicana conocida por su trayectoria en cine y televisión, da un paso profundo hacia lo personal al anunciar su debut literario titulado El pequeño libro del duelo. Esta obra nace del doloroso proceso que vivió tras el fallecimiento de su madre, Ernestina Sodi, hace casi un año, y será publicada de forma digital el 8 de noviembre, un día antes del aniversario luctuoso, para después tener versión física desde el 11 de noviembre a través de la editorial Penguin Random House.
Con este libro, Camila busca ofrecer algo más que una historia íntima: pretende compartir un testimonio que pueda acompañar, sostener y servir como luz para quienes atraviesan momentos oscuros semejantes. En sus redes sociales, la actriz confesó sentirse vulnerable pero también llena de gratitud por poder plasmar lo que ha vivido durante este tiempo.
Proceso terapéutico y enfrentamiento con el pasado
Durante su anuncio, Camila explicó que ha recurrido a una terapia poco convencional: borrar ciertos recuerdos que le causan trauma. Dijo que es una técnica usada para tratar el síndrome de estrés postraumático en soldados, como una forma de aliviarse del sufrimiento constante.Esto revela no solo la dimensión del dolor, sino también la voluntad de transformar el duelo en algo activo, que se pueda trabajar. Aunque la idea de “borrar recuerdos” puede generar controversia, pone de relieve la urgencia de hallar herramientas que ayuden a sanar, y abre el debate sobre los límites éticos y emocionales de estas terapias.
Un texto íntimo con vocación de apoyo
El libro no será simplemente la crónica de una pérdida, sino un espacio diseñado para ser compañero en la noche oscura del dolor. Camila expresó que su deseo es que este proyecto le sirva a quienes estén atravesando procesos similares: que cada página sea luz, que ofrezca consuelo, comprensión, empatía.Además, la presentación en la Ciudad de México, el 11 de noviembre, marca un momento importante: es la materialización pública de un sentir privado, una invitación a compartir el silencio, la memoria y la sanación.
Este debut literario llega en un momento en que muchas figuras públicas apuestan a narrativas íntimas, crisis personales y salud mental como parte de su expresión artística. En ese sentido, El pequeño libro del duelo se inserta en una corriente que busca romper estigmas y mostrar que el duelo no es un episodio puntual, sino un proceso complejo y duradero. Camila no solo publica un libro, sino que también visibiliza herramientas emocionales poco conocidas por el gran público.
Además, al elegir una editorial como Penguin Random House, se asegura un alcance considerable para este tipo de obra, lo que podría ayudar a que más personas encuentren en su testimonio una voz con la que identificarse. Sin embargo, queda la pregunta de cuánto se profundizará en los matices de dolor, en las contradicciones del duelo, y cuánta parte será reservada al público vs. lo íntimo.
Más allá de su contenido autobiográfico, esta obra puede convertirse en referente para quienes buscan comprender el duelo desde una perspectiva artística y terapéutica. Camila aporta desde su posición el espacio de conversación que muchas veces se calla: el dolor por la pérdida, la necesidad de ayuda profesional, el desafío de reconstruirse.