
17 SEPTIEMBRE 2025-NACIONAL-La incautación de videovigilancia ilegal en Culiacán encendió las alarmas sobre el nivel de control que ejercen las organizaciones criminales en zonas urbanas. Un operativo en la colonia Valle Alto permitió localizar un centro clandestino con más de 100 cámaras conectadas a establecimientos comerciales. La vocera de la Secretaría de Seguridad Pública en Sinaloa (SSPS), Verona Hernández, informó que este hallazgo fue posible gracias a una denuncia ciudadana recibida en el número 089, lo que demuestra la importancia de la colaboración de la sociedad en la seguridad.
El centro no solo estaba vinculado a cámaras en tiendas de abarrotes, carnicerías y otros negocios, sino que también contaba con tecnología para hackear celulares, tabletas y computadoras. Esto revela un nivel de sofisticación preocupante, pues los delincuentes no solo vigilan espacios físicos, sino que además buscan tener acceso a la información privada de las personas. Este hecho no solo afecta a comerciantes, sino también a los ciudadanos que se convierten en blanco potencial de espionaje.

Comercio bajo presión
Las autoridades señalaron que los comerciantes afectados eran obligados a instalar estos equipos de vigilancia, lo que evidencia la presión y vulnerabilidad del sector económico frente a los grupos delictivos. La SSPS exhortó a los propietarios de negocios a denunciar cualquier intento de instalación forzada para evitar responsabilidades legales. Además, anunciaron rondines de vigilancia en las zonas afectadas para generar confianza entre la población y frenar estas prácticas.
El operativo interinstitucional contó con la participación de la Guardia Nacional, la Secretaría de Seguridad Pública, la Policía Estatal Preventiva, así como la Defensa Nacional, la Marina, la SSPC y la Fiscalía General del Estado. En el lugar fueron detenidos tres civiles presuntamente integrantes de una célula delictiva. También se aseguró armamento, un vehículo y el inmueble utilizado para las operaciones ilegales. Este resultado refleja la coordinación de distintas instituciones para combatir estructuras criminales que buscan operar en la sombra.
Videovigilancia fuera del control estatal
La SSPS aclaró que este centro clandestino no estaba conectado al sistema oficial C4i, el cual cuenta con mecanismos de supervisión y protección frente a hackeos. Sin embargo, la existencia de este tipo de sistemas paralelos deja en evidencia la capacidad de los grupos criminales para replicar y manipular estructuras de seguridad con fines ilícitos. Se trata de un fenómeno que, aunque oculto, representa un riesgo directo para la integridad de los ciudadanos y la estabilidad del estado.
En lo que va del año, las fuerzas de seguridad han retirado 2 mil 619 cámaras irregulares colocadas por grupos delictivos en distintas zonas de Sinaloa. Esta cifra demuestra que la problemática no se limita a un solo punto, sino que existe una red mucho más amplia de videovigilancia operada al margen de la ley. Cada cámara retirada es un golpe a la capacidad de espionaje de los delincuentes, pero también un recordatorio de la magnitud del control que intentan imponer.

Espionaje criminal y debilidad institucional
El hallazgo de este centro de videovigilancia ilegal abre un debate necesario sobre la vulnerabilidad de la infraestructura tecnológica frente al crimen organizado. Que los delincuentes tengan acceso a herramientas para hackear dispositivos personales refleja no solo capacidad económica, sino también un nivel de organización similar al de agencias de seguridad. Esto pone sobre la mesa la urgencia de reforzar la ciberseguridad y la protección de datos de la población, ya que la violencia no solo se ejerce con armas, sino también con información.