16 DE SEPTIEMBRE DEL 2025 – INTERNACIONAL. Con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, los tradicionales aliados de EE.UU. se han visto obligados a reevaluar su relación con Washington. A diferencia de la administración de Joe Biden, que priorizaba las alianzas, Trump ha impuesto duras exigencias a sus socios, tratándolos con la misma rigurosidad que al resto de países. Expertos consideran que esta política podría llevar a los socios de Estados Unidos a buscar formas de mantenerse en un entorno hostil para ellos. Esta nueva política ha puesto a los aliados de EE.UU. en una posición muy difícil, donde deben elegir entre mantenerse al lado de Washington o buscar nuevas alianzas.

Un claro ejemplo de esta nueva política es el ataque aéreo israelí en Doha, capital de Catar. A pesar de que Catar es un importante aliado de EE.UU. en Oriente Medio, Trump reaccionó con cautela y no condenó las acciones israelíes. El primer ministro catarí, Mohammed bin Abdulrahman bin Jassim al Thani, calificó el ataque como «terrorismo de Estado» y una «descarada agresión», lo que generó un debate sobre la lealtad de Estados Unidos a sus socios. El incidente demuestra que la protección estadounidense a sus aliados de EE.UU. no está garantizada, lo que ha generado más debate sobre si deben seguir dependiendo de Washington.
Guerras arancelarias y una nueva forma de hacer política
La política arancelaria de Trump también ha afectado a los aliados de EE.UU. El presidente ha impuesto aranceles de hasta el 50% a productos de India, un socio estratégico para contrarrestar a China. De igual manera, ha detenido a trabajadores surcoreanos en una redada en una planta de Hyundai-LG en Georgia. Estos incidentes han generado indignación en Seúl y Tokio, donde los líderes han expresado su preocupación por el impacto en sus economías. El presidente surcoreano, Lee Jae-myung, ha advertido que la redada masiva podría hacer que las empresas de su país «se muestren reacias» a invertir directamente en Estados Unidos, lo que demuestra que la forma de hacer política de Trump está afectando a los aliados de EE.UU..

Otro ejemplo de la política de Trump es el acuerdo comercial que firmó con Japón, donde Tokio se comprometió a invertir 550,000 millones de dólares en la economía estadounidense a cambio de que se les aplicaran aranceles del 15%. Un golpe similar afectó a los países de Europa, a los que se les exigió aumentar su gasto en defensa y comprar productos energéticos y militares estadounidenses. Los expertos creen que este tipo de acuerdos, que benefician solo a Estados Unidos, son insostenibles a largo plazo y han generado una gran desconfianza en los aliados de EE.UU.
En este contexto, el politólogo ruso Timoféi Bordachiov considera que los socios de EE.UU. se verán obligados a buscar nuevas formas de sobrevivir en un entorno que se ha vuelto hostil para ellos. Bordachiov afirma que la supervivencia de estos países ya no dependerá de los intereses estratégicos de EE.UU., sino de su capacidad para establecer relaciones con sus vecinos y, en algunos casos, de adquirir su propio armamento nuclear. Esta nueva realidad pondría fin a la «imagen distorsionada de la vida internacional que se formó en la segunda mitad del siglo XX», donde la existencia de muchos países dependía del apoyo de Estados Unidos. Es claro que esta situación pone en un dilema a los aliados de EE.UU..
