
14-Septiembre-2025.-La NASA prohibió a ciudadanos de China con visas estadounidenses participar en sus programas, una medida que marca una escalada significativa en la competencia espacial entre Estados Unidos y China. La decisión coincide con los planes de China para enviar una misión tripulada con el objetivo de aterrizar y potencialmente establecer un hábitat en la Luna, lo que ha generado alarma en Washington.
Desde el 5 de septiembre, los científicos chinos no pueden acceder físicamente a las instalaciones de la NASA, participar en videoconferencias ni usar los recursos de supercomputación de la agencia, esenciales para investigaciones como el estudio del cambio climático. Estas restricciones afectan a cientos de investigadores y podrían interrumpir proyectos en curso, así como impactar la carrera de científicos jóvenes.
La oficina de prensa de la NASA citó al administrador interino Sean Duffy, quien afirmó que “China NO va a la Luna con buenas intenciones” y subrayó que Estados Unidos debe llegar primero, preservando la paz para su país y socios internacionales. Las restricciones también se aplican a reuniones financiadas por la NASA, tanto presenciales como virtuales.
Un portavoz de la NASA aclaró que esta medida no está relacionada con el decreto del 28 de agosto que designó a la agencia como una entidad con funciones de seguridad nacional. La directiva busca proteger la seguridad del trabajo de la NASA y garantizar que sus investigaciones críticas no se vean comprometidas en medio de la creciente rivalidad espacial con China.

Expertos en política espacial advierten que estas restricciones reflejan la creciente tensión entre Estados Unidos y China, no solo en la exploración del espacio, sino también en áreas estratégicas como tecnología, inteligencia artificial y seguridad nacional. La medida podría acelerar los esfuerzos de China por desarrollar capacidades independientes y reforzar su presencia en la Luna, mientras EE. UU. busca mantener su liderazgo histórico en misiones espaciales tripuladas.
Algunos investigadores chinos afectados por la prohibición han expresado preocupación por la interrupción de proyectos científicos de gran envergadura, incluyendo estudios sobre el cambio climático y la observación de cuerpos celestes. La limitación de acceso a supercomputadoras y laboratorios de la NASA representa un obstáculo significativo para su desarrollo profesional y para la cooperación científica internacional.
Por su parte, la administración estadounidense sostiene que la seguridad nacional debe primar sobre la colaboración científica. Funcionarios de la NASA insisten en que la medida busca proteger información sensible y garantizar que los avances tecnológicos del país no caigan en manos de actores que podrían utilizarlos con fines estratégicos o militares, mientras la carrera espacial global alcanza niveles sin precedentes.