12 DE SEPTIEMBRE DEL 2025 – INTERNACIONAL. La OTAN ha anunciado el lanzamiento del programa «Centinela del Este» (‘Eastern Sentry’) como respuesta al reciente incidente en el que varios drones ingresaron al espacio aéreo de Polonia. Esta iniciativa busca fortalecer de manera significativa la defensa en la región y se activará en los próximos días. La medida, que involucra a varios países aliados como Dinamarca, Francia, Reino Unido y Alemania, subraya la seriedad con la que la Alianza se toma la seguridad de sus fronteras, especialmente en un contexto de tensiones crecientes. El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, junto con el general Alexus G. Grynkewich, destacaron la importancia de esta operación Centinela del Este.
El objetivo principal de esta misión es establecer una presencia militar más robusta y flexible. El general Grynkewich explicó que el programa proporcionará una disuasión más focalizada y una defensa más adaptable ante amenazas. Según él, el incidente en Polonia no fue solo un problema de un país, sino un suceso que «trasciende las fronteras de una nación» y afecta la seguridad colectiva de toda la Alianza. Este enfoque coordinado resalta la interconexión de la seguridad entre los estados miembros y la importancia de actuar de forma unida frente a cualquier Centinela del Este amenaza potencial.

Despliegue de capacidades aliadas
Para llevar a cabo el programa, los países miembros han comenzado a movilizar sus fuerzas y activos. Un comunicado oficial de la OTAN detalla las contribuciones específicas: Dinamarca aportará dos cazas F-16 y una fragata antiaérea, Francia desplegará tres aviones Rafale y Alemania contribuirá con cuatro Eurofighters. Por su parte, el Reino Unido también ha manifestado su intención de colaborar, lo que demuestra la solidaridad y el compromiso de los aliados. Este despliegue de tecnología y personal militar es un claro mensaje de la determinación de la OTAN para proteger su flanco oriental a través del programa Centinela del Este.
Mitos y desmentidos rusos
En un giro informativo, el Ministerio de Defensa de Rusia ha desmentido las acusaciones de Polonia sobre la incursión de drones. Rusia ha confirmado que durante sus recientes ataques a complejos militares ucranianos, no tenían previsto atacar objetivos en territorio polaco. Además, afirmaron que los drones utilizados tienen un alcance máximo de 700 kilómetros, lo que, según ellos, no les permitiría llegar a la zona afectada. La Cancillería rusa sugirió que los «mitos» sobre el incidente fueron difundidos por Varsovia para agravar la situación en torno a Ucrania, y han mostrado disposición a dialogar sobre el tema.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, reforzó esta postura, criticando a los líderes de la UE y de la OTAN por acusar a Rusia de provocación «sin siquiera intentar presentar ningún argumento». Esta versión de los hechos añade una capa de complejidad al incidente, ya que presenta un contraste directo con la narrativa occidental y la justificación detrás del lanzamiento de Centinela del Este.

La implementación de Centinela del Este refuerza la doctrina de defensa colectiva de la OTAN. Esta doctrina, establecida en el artículo 5 del Tratado del Atlántico Norte, considera un ataque contra un miembro como un ataque contra todos. Aunque el incidente de los drones no activó formalmente el artículo 5, la respuesta de la OTAN con este programa demuestra su compromiso con la defensa mutua. La Alianza busca enviar un mensaje claro de que cualquier incursión en el espacio aéreo de un país miembro será considerada una amenaza a la seguridad de toda la región.
El programa «Centinela del Este» no es la primera vez que la OTAN refuerza su presencia en el este de Europa. Tras la anexión de Crimea en 2014, la Alianza implementó la «Presencia Avanzada Reforzada» (eFP), un despliegue de tropas multinacionales en los estados bálticos y Polonia. «Centinela del Este» complementa estas iniciativas, demostrando una evolución en la estrategia de defensa de la OTAN, enfocándose ahora más en la flexibilidad y en la respuesta a amenazas aéreas y fronterizas, en lugar de solo despliegues terrestres. Este nuevo programa representa un paso estratégico para adaptarse a las nuevas realidades de seguridad en la región y a los desafíos que plantean las tecnologías de guerra modernas, como los drones.